Texto:
A partir de los años setenta, pero sobre desde los
ochenta, los países latinoamericanos constituyeron el
escenario de la emergencia y desarrollo de un nuevo
actor colectivo caracterizado socialmente por una
mayor heterogeneidad, inéditos y diferenciados
intereses y demandas, nuevas identidades, y
novedosas formas de organización y movilización. En
el transcurso de la década de 1970, el escenario
político y social comenzó a experimentar
transformaciones sustanciales, una de ellas se vincula
con la "ola masiva" de movilizaciones y protestas de
protagonistas que hasta ese momento no habían
tenido una presencia importante en el escenario social
y político. En una primera etapa, estas luchas
emergieron en los barrios pobres de la ciudad y
estuvieron centradas en la esfera del consumo y la
reproducción; nos referimos a los movimientos
sociales.
Durante este tiempo surgieron varios movimientos
sociales, como: movimientos ecologistas, pacifismo,
educación popular, entre otros, en busca de derechos
de libertad e igualdad.
3. Como leímos en el texto anterior, los países
Latinoamericanos, en los años 70 y 80 fueron
escenario de movilizaciones sociales, por ello,
observa el mapa de América Latina y enlista el
nombre de estos países en una hoja de tu portafolio.
AYUDA por favor
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
no sé para k pides ayuda t están matando
Explicación:
nada que decir
Respuesta:
A partir de los años setenta, pero sobre desde los ochenta, los países
latinoamericanos constituyeron el escenario de la emergencia y desarrollo de un
nuevo actor colectivo caracterizado socialmente por una mayor heterogeneidad,
inéditos y diferenciados intereses y demandas, nuevas identidades, y novedosas
formas de organización y movilización. Estos movimientos sociales (MS) generaron
una gran fascinación intelectual y un creciente interés analítico entre la emergente
generación de estudiosos. En unos pocos años, este campo de estudio mostró los
signos de una vitalidad intelectual sin precedente, la cual se tradujo en la aparición
de una vasta bibliografía.
En el transcurso de la década de 1970, el escenario político y social comenzó a
experimentar transformaciones sustanciales, una de ellas se vincula con la "ola
masiva" de movilizaciones y protestas de protagonistas que hasta ese momento no
habían tenido una presencia importante en el escenario social y político. En una
primera etapa, estas luchas emergieron en los barrios pobres de la ciudad y
estuvieron centradas en la esfera del consumo y la reproducción; nos referimos a
los movimientos sociales urbanos (Castells, 1986; Perló et al., 1984) también
denominados movimientos barriales (Evers, 1981), protestas barriales (González
Bombal, 1988) o más simplemente, movimientos urbanos (Bolos, 1999).
En un segundo momento, que inicia según los países entre fines de los setenta y
principios de los ochenta, los MS se nutren de los más diferentes actores que
articulan sus demandas propias con el cuestionamiento de los regímenes militares
y la exigencia de un nuevo orden democrático ‒en un contexto de crisis económica
y adverso a amplios segmentos de la población‒. Estas características se reflejan
en los movimientos con mayor visibilidad social como los de mujeres, de derechos
humanos, de jóvenes, pobladores urbanos, eclesiásticos de base, movimientos
regionales, étnicos, campesinos con contenidos étnico-culturales, ecologistas, de
homosexuales, etcétera (Calderón, 1995; Camacho y Menjívar, 1989; Eckstein,
2001; Escobar y Álvarez, 1992; Farinetti, 2002; Slater, 1994). Después de la
instauración de los regímenes democráticos, unos autores llamaron la atención
acerca de los procesos de desmovilización y declive de los MS (Canel, 1992;
Sandoval, 1998) mientras otros destacaron el proceso inverso, es decir, la
continuidad e incluso la presencia de otros nuevos movimientos. En el norte de la
región emergieron dos nuevos movimientos en la sociedad mexicana: el de
deudores bancarios ‒o El Barzón‒ que ganó rápida presencia, y el zapatista, que
apareció en los altos de Chiapas; en el "medio" del continente se produjo con
sorprendente vitalidad una amplia "movilización popular callejera'' que afectó, en los
años noventa, a las principales ciudades venezolanas, pero sobre todo a Caracas,
la ciudad capital (López Maya, 2002); y en el extremo sur se pasó de las reacciones
"localizadas" a la "generalización de la protesta'' en la Argentina (Auyero, 2002). No
se trata de movilizaciones por la democracia como había ocurrido en los ochenta;
ahora son protestas contra el modelo económico y sus "promesas incumplidas" (Di
Marco, 2003). Entre Venezuela y Argentina, los MS brasileños experimentaron
igualmente cambios sustanciales (Gohn, 2002) y en su nueva dinámica, el
Movimiento de los Sin Tierra (MST) creado en 1984 adquiere la mayor visibilidad
social e importancia política (Harnecker, 2003).