articulo de opinión sobre el covid-19
Respuestas a la pregunta
RESPUESTA:
3 de junio de 2020 Hace unas semanas, el COVID19 cambió drásticamente nuestras vidas y como si fuera poco, la corrupción nos espera en las sombras. Desafortunadamente, este mal amenaza a todo ya todos: Paz, Planeta, Prosperidad, Personas y Asociaciones, las cinco “P” de la Agenda 2030.
Salud, no menos que los derechos humanos, sin excepción. De hecho, los más vulnerables y desfavorecidos son los primeros en llevar la peor parte de este flagelo: los pobres, LGBTI, migrantes y enfermos. La corrupción pone en riesgo la vida misma, nuestro derecho más preciado. Literalmente. La vida de alguien como tú y yo, de un ser querido, un amigo, un conocido, un vecino o un colega. No somos estadísticas, somos ciudadanos cumpliendo una función social en nuestra comunidad.
Todas las niñas, niños, jóvenes, adultos, ancianas y adultos mayores sin acceso a los servicios de salud son víctimas visibles o invisibles de la correlación entre daño sociedad de la corrupción y violaciones de derechos humanos.
Si vamos a vivir en sociedades que no dejen a nadie atrás y alcancemos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, debemos defender los derechos humanos y luchar contra la corrupción. Afortunadamente, los derechos humanos, la integridad y el buen gobierno se basan en los mismos principios, como la transparencia, rendición de cuentas e inclusión.
Absolutamente todas las personas podemos contribuir: el sector público, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos, los medios de comunicación, usted y yo.
Podemos empezar con (i) conocer nuestros derechos como ciudadanía responsable, (ii) enseñar a niños y niñas que la corrupción es inaceptable, (ii) denunciar casos (como vemos al periodismo investigativo hacer todos los días), (iii) rehusar el pago o la aceptación de sobornos, y (iv) exigir a las autoridades que la lucha contra la corrupción forme parte de todas las políticas de desarrollo. Los ejemplos demuestran que ninguna persona está indefensa ante la corrupción y, bajo esa óptica, la prevención y la persecución de ésta se convierten en una gran oportunidad para hacer justicia.
Al copatrocinar la Resolución de las Naciones Unidas sobre COVID19 del 30 de abril, el Gobierno mexicano también dio un mensaje contra el poder corrosivo de la corrupción. En última instancia, se trata de garantizar un acceso justo, transparente y equitativo a todos los equipos y suministros para la pandemia en todo el mundo.
Con esto en mente, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito trabaja en estrecha colaboración con las autoridades federales y varias estatales. Un ejemplo es el apoyo brindado a la Secretaría de la Función Pública para crear una cultura de integridad en el sector privado en general, a través del Registro de Integridad y en los sectores manufactureros en particular. La idea es empezar con empresas que vendan bienes y servicios al gobierno.
La participación y confianza ciudadana es fundamental porque la corrupción trastorna la relación entre los ciudadanos y la administración pública, así como entre las empresas y los consumidores. Una sociedad sin confianza entre sus instituciones y los ciudadanos es una sociedad sin brújula. Ya sea que lo llamemos buen gobierno, integridad o ética, las medidas anticorrupción deben integrarse en todo el servicio público.
Explicación:
espero que te sirva es algo :)