uno de los conflictos entre buenos aires y entre rios
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Retomado el ejercicio del gobierno de Entre Ríos por Justo José de Urquiza a partir de febrero de 1843, éste decidió anular la ley de febrero de 1842 promulgada por Seguí, y momentáneamente Entre Ríos volvió a subordinar su política comercial a la de Buenos Aires.
No obstante, la prohibición de la salida de buques con destino a Corrientes y Paraguay, y del tráfico directo entre los puertos del Litoral y el de Montevideo, decretada por Rosas en represalia al bloqueo anglofrancés, colocaron a Entre Ríos en una situación crítica. El gobernador delegado Antonio Crespo, sin duda con la anuencia de Urquiza y contrariando las disposiciones de Buenos Aires, autorizó el comercio por los puertos habilitados de la provincia con los de la Banda Oriental sobre el litoral del río Uruguay, medida que posibilitó no sólo el comercio entrerriano con su vecino oriental sino también con la región brasileña de Río Grande.
A fines de 1845 Crespo alentó el comercio de la provincia de Entre Ríos con el puerto de Montevideo. Primero permitió el arribo de buques sin averiguar su procedencia. Más tarde el gobernador delegado aprovechó en forma inteligente la revocación del bloqueo de la escuadra porteña sobre Montevideo, efectuada por el propio Rosas en noviembre de 1845. Esta decisión de Rosas procuraba aliviar los deprimidos intereses mercantiles porteños. Pero al mismo tiempo, este levantamiento del bloqueo impuesto a Montevideo atentaba contra los intereses porteños de controlar el comercio rioplatense, pues daba pie al gobierno de Entre Ríos para comerciar con la capital oriental. Comentaba al respecto el gobernador delegado Crespo a Urquiza:
Explicación:
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Retomado el ejercicio del gobierno de Entre Ríos por Justo José de Urquiza a partir de febrero de 1843, éste decidió anular la ley de febrero de 1842 promulgada por Seguí, y momentáneamente Entre Ríos volvió a subordinar su política comercial a la de Buenos Aires.
No obstante, la prohibición de la salida de buques con destino a Corrientes y Paraguay, y del tráfico directo entre los puertos del Litoral y el de Montevideo, decretada por Rosas en represalia al bloqueo anglofrancés, colocaron a Entre Ríos en una situación crítica. El gobernador delegado Antonio Crespo, sin duda con la anuencia de Urquiza y contrariando las disposiciones de Buenos Aires, autorizó el comercio por los puertos habilitados de la provincia con los de la Banda Oriental sobre el litoral del río Uruguay, medida que posibilitó no sólo el comercio entrerriano con su vecino oriental sino también con la región brasileña de Río Grande.