Una noche de invierno, el detective M. recibió una notificación anónima en
su oficina que decía “Yo soy el asesino de la chica de rojo”; no obstante, esta carta
no tenía remitente. No decía quien la enviaba. El detective, como no sabía quién
era el dueño de esta confesión, comenzó a indagar sobre su procedencia, y, por
otro lado, como ya tenía tres (3) sospechosos de este crimen, se dirigió a su
búsqueda para interrogarlos.
El primer sospechoso era el Sr. Morris, quien vivían en la misma ciudad que
M. y declaró: “Sinceramente, no he matado a nadie, ni siquiera puedo escribir, si
yo hubiera sido, me habría identificado en la carta, dado que, uno debe escribir a
quien dirige el mensaje. Recuerdo, haberlo aprendido en mis años de estudio;
además, si yo hubiera sido no sería tan tonto como para enviar una carta y
ponerme en evidencia”.
El segundo sospechoso era la Sra. Margaret, quien no vivía en la misma
ciudad que el detective, ni conocía Morris. Ella declaró lo siguiente: “Yo no fui;
además, si yo hubiese sido no sería tan tonta para declararme a través de una
carta y ponerme en evidencia”.
Nuestro tercer sospechoso, declaró “Yo no fui; si así fuera no me habría
entregado por carta, sino que lo hubiera hecho personalmente ante la policía;
ellos, más que nadie, deben hacer justicia. Ciudadanos comunes, como nosotros,
no tenemos potestad para resolver un crimen de esta categoría”. Replicó el Sr.
Vera en su confesión.
Thomas dijo ante M: “Aunque conozco a Morris, - y defiendo ante todos, su
conducta intachable-, me parecen abominables las mentiras. Este señor hace más
de 6 meses que abandonó la ciudad junto a su madre. Ahora viven en una isla
desierta, invitados por un amigo muy poderoso, de quien no tenemos ningún tipo
de referencia. Por otra parte, jamás he conocido a tal chica de Rojo. No sé quién
puede estar involucrado en este crimen.
-Recuérdeme, por favor, ¿Cómo ha sucedió?, ¿Qué pistas tiene?
El detective M. luego de analizar cada una de las declaraciones volvió a su
casa y se sentó justo frente a la chimenea. Volvió a ver la carta y dijo: “Ya sé quién
es el asesino”.
Además de la lectura atenta de este caso policial es muy importante que
consideres la siguiente información adicional para descubrir ¿Quién es el asesino de la chica de Rojo? y ¿Cómo validar toda la información que este caso
presenta?
Respuestas a la pregunta
Contestado por
0
Respuesta:
Fue el tercer sospechoso.
Explicación:
Nada más le pregunto si envió la carta de que si el era el asesino, pero nunca le comento de la chica de rojo, nada más si era el asesino, mientras el primero y el segundo omitieron ese dato por que lo desconocían pero el tercero lo sabía de una manera, que la más segura es si el mando la carta y fue el asesino.
Espero haberte ayudado:)
Otras preguntas