Filosofía, pregunta formulada por erickasofia, hace 2 meses

Un ejemplo de una novela policíaca corta... plis​

Respuestas a la pregunta

Contestado por herma2318
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Respuesta: 1. El extraño caso del ladrón de abrazos

“Había una vez un ladrón tan extraño que lo único que quería era un abrazo. Por eso le llamaban el ladrón de abrazos. Pero como robar abrazos no es delito, este curioso ladrón seguía haciendo de las suyas.

El ladrón de abrazos salía a la calle todos los días, dispuesto a meterse en medio de cualquiera pareja de personas que estuvieran abrazándose. Pero resultaba tan molesto que la gente procuraba no tocarse en público, por si acaso.

Esto no gustaba al ladrón de abrazos, así que tenía que buscar una solución. Lo que hacía el ladrón de abrazos cuando no conseguía meterse en ninguno era atracar un establecimiento lleno de gente. Le daba igual que fuera un banco, un supermercado o un hospital.

El ladrón de abrazos entraba en el sitio elegido con un porra y decía:

-¡Esto es un atraco! ¡Abran sus brazos si no quieren llevarse un buen porrazo!

Y la gente abría los brazos. Y el ladrón de abrazos iba uno por uno buscando un achuchón hasta que oída las sirenas y salía corriendo, feliz y contento de haber encontrado tantos abrazos en un ratito.

Un día el jefe de policía decidió que ya era hora de parar esa ola de atracos absurdos. Pero no podía detener al ladrón de abrazos, así que pensó en un solución.

El jefe de policía reunió a un grupo de voluntarios y les contó su plan. A todos los pareció bien y pasaron a la acción.

El jefe de policía colocó un puesto en la calle con un enorme cartel que decía: ‘Abrazos Gratis’. Un voluntario se ponía a dar abrazos a otros muchos voluntarios para llamar la atención del ladrón de abrazos.

Cuando el ladrón de abrazos vio a aquello fue corriendo, feliz de poder abrazar a alguien sin molestar.

-Si quieres puedes sustituirme cuando quieras -le dijo el voluntario que le dio el abrazo. -¡Sí, sí, por favor!

Y así fue como el ladrón de abrazos dejó molestar a la gente de la ciudad que, agradecida, pasaba por el puesto de abrazos gratis para que el ladrón estuviera entretenido y feliz".

Moraleja

Aunque un abrazo sea un acto de afecto, no es correcto hacerlo a personas desconocidas que quizás no lo quieren. A veces lo mejor es preguntar y asegurarse de que ese acto de amor será bien recibido.

Nota: Espero y te sirva. ¡SUERTEEE!


erickasofia: gracias
Contestado por danielmeza0203
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Respuesta:

Los crímenes de la calle Morgue, de Edgar Allan Poe

Explicación:

Específicamente con estos cuentos, publicados en 1841. Después siguió con El misterio de Marie Rogêt (1842-1843) y La carta robada (1844), tres clásicos indiscutibles, aún originales con el paso de los siglos.

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