teoria cientifica de la humanidad (doy corona,cora y mejor respuesta)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Teoría de la Evolución (Darwinismo)
Charles Darwin logró reunir suficiente evidencia para demostrar que las especies cambian, e imaginó un posible proceso de modificación. Su teoría de la evolución de las especies se puede sintetizar en las siguientes ideas:
El mundo natural no es estático, sino que cambia.
Las especies de seres vivos evolucionan.
Las especies están compuestas de individuos que no son idénticos entre sí.
La población de cada especie desciende de un ancestro en común.
Las especies emparentadas descienden de ancestros comunes más cercanos en el tiempo
Teorías del origen del hombre
El origen del hombre, referido al comienzo, origen o inicio de la especie humana, remite a perspectivas muy distintas. La visión científica sitúa la especie humana como una más en la evolución biológica de los organismos vivos de la Tierra. La visión mítica y religiosa concibe, en general, el origen del hombre como un acto de voluntad de uno o varios dioses.
A continuación, vamos a exponer brevemente las cuatro ideas generales de la evolución y las teorías del origen del hombre más extendidas y aceptadas en la actualidad
El origen del hombre en la religión.
La Teoría Creacionista o Creacionismo, fundamentada por la fe, cree que el hombre fue creado por uno o varios seres divinos (dioses). Así , por un lado encontramos las religiones politeístas (es decir, que creen en varios dioses), como la maya, azteca, los romanos o los griegos, etc. Por otra parte, existen las religiones monoteístas (es decir, creen en un solo dios), como pueden ser el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Teoría de Lamarck
Se trata de una doctrina evolucionista expuesta por el francés Lamarck, en 1809, en su Obra Filosofía Zoológica. De acuerdo con esta teoría, la evolución de las especies vendría dada por la siguiente secuencia de hechos.
Los cambios ambientales originan nuevas necesidades.
Éstas determinan el uso o desuso de unos u otros órganos.
Tales órganos se desarrollan o se atrofian, respectivamente.
Los caracteres así adquiridos son hereditarios.
Esta teoría es también una teoría sobre el origen del hombre.
Explicación:espero te ayude
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Explicación:
Aunque todavía son muchas las incertidumbres que envuelven el conocimiento
del origen de la humanidad, la ciencia arroja cada día más luz sobre el tema. La
cuestión es si sólo la ciencia es la que puede hacer eso mismo. ¿Acaso la filosofía y la
religión ya no pueden decir nada que tenga sentido al respecto? Precisamente lo que
intenta el libro de Artigas y Turbón es: “establecer un marco filosófico que dé cuenta,
en otro nivel de racionalidad, de lo que la ciencia actualmente nos dice sobre nuestras
raíces” (p. 11).
La ciencia es una forma de conocimiento extremadamente exitosa. Ha
conseguido transformar la sociedad y el mundo en tan sólo tres siglos, permitiéndole al
hombre influir, para bien o para mal, en la propia naturaleza. Ese mismo éxito es el
que ha hecho pensar a más de uno que la ciencia agota la racionalidad; o que, por lo
menos, es la mejor forma de racionalidad que puedo alcanzar el entendimiento
humano. Es cierto que ni la filosofía ni la teología puede vivir de espaldas a la
racionalidad científica si es que quieren decir algo que tenga sentido para el hombre
actual; pero esto no significa, ni mucho menos, que la ciencia ocupe un lugar
privilegiado, y ya no digamos de superioridad en cuanto a capacidad de conocimiento
objetivo de la realidad. Lo único que significa es que existen una serie de cuestiones
que son fronterizas entre estas tres formas del saber humano y, por ello, que las tres
han de estar abiertas a un diálogo fecundo que sólo puede beneficiarles, siempre y
cuando ese diálogo se realice con el debido respeto a los límites metodológicos de
cada uno de estos saberes. Por ello la lectura de este libro “constituye una invitación a
reflexionar personalmente las distintas cuestiones que van apareciendo a lo largo de
las páginas” (p. 16).
Ya el primer capítulo nos pone, desde un principio, frente a las cuestiones
básicas que se abordarán en este libro: ¿acaso somos seres puramente materiales
cuya existencia finaliza con la muerte biológica? ¿Somos el simple fruto de unas
fuerzas naturales movidas por el azar o somos el resultado de un plan divino? Desde
luego, responder una cosa u otra significa plantarnos ante un concepto de hombre
radicalmente distinto según la respuesta a la que lleguemos. En efecto, no es lo mismo
decir que el ser humano es el fruto de una evolución biológica producida íntegramente
al azar que decir que un Dios trascendente crea el universo confiriéndole un
dinamismo que implica un despliegue evolutivo a su creación de tal suerte que
también cuenta con la concurrencia fortuita de causas para poder realizar el origen
biológico del hombre