Subraya Texto 2: La ciudad imaginada
“Gracias a la gran cantidad de estudios realizados, se ha podido establecer que el Estado español desarrolló, desde muy temprano, en una fecha que podría fijarse entre fines de la primera y comienzos de la segunda década del siglo XVI, es decir, entre el nombramiento de Ovando en La Española y la expedición de Pedrarias a Castilla del Oro, una política consciente y orgánica en materia de asentamientos humanos.
También se ha llegado a establecer que existe, como era de esperarse, una clara filiación entre las nuevas ciudades americanas y algunos antecedentes hispánicos de fines del siglo XV vinculados al asedio del Reino de Granada. Y que este modelo, a su vez, se inspiraba en una larga tradición grecolatina, que podía rastrearse retrospectivamente y de manera clara desde los campamentos romanos hasta los tiempos de Pericles y su arquitecto Hipódamo. Hasta se ha llegado a afirmar que el primer gran patrón urbano de Occidente, y el
primer paradigma imitado primero por Roma, luego extendido por todo el imperio, y finalmente implantado por España en América, fue la ciudad de Mileto, trazada con un sentido de orden, de regularidad, trazado este que tenía un propósito deliberado, ya que contenía una fuerte carga emblemática y una definida finalidad política. Era una ciudad de trazado regular, con ángulos rectos, que daba una sensación de gran parrilla o tablero de ajedrez y que precisamente por ello inspiraba una sensación de poder, de autoridad, y eso era, según parece, lo que había pretendido Pericles cuando le hizo el encargo a Hipódamo de Mileto.
Cuando se escogía el emplazamiento se tomaban en cuenta el acceso al agua, a tierras de crianzas y cultivos y facilidades para las comunicaciones con otros centros poblados o el mar. Es decir, nada muy novedoso. Salvo, tal vez, el sentido de centralidad que adquiere la plaza mayor, donde se concentran los principales edificios de gobierno, es decir, la Audiencia, el Cabildo, la Catedral, a la vez que las casas de las familias principales.
Se acentúa, de esa manera, sobre este nudo central, toda la carga emblemática y representativa de la ciudad, porque es desde ese centro de donde se ejerce el poder, e irradia el control de toda la ciudad, como van irradiándose hacia la periferia las calles restantes y a donde van segregándose también los vecinos de inferior categoría y los más débiles. Los órganos de poder, y por tanto los símbolos del poder, estaban en el centro, de modo que no era difícil establecer una relación directa entre el poder y su emplazamiento topográfico. Así como existía una representación de la geografía política con un rey como centro, asimismo, la ciudad se convierte en una representación topográfica con un sentido de poder, autoridad y fuerzas subalternas, debidamente (y hasta topográficamente)
jerarquizadas”.
Usuario anónimo:
q hay q hacer?
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Respuesta:
el Estado español desarrolló, desde muy temprano, en una fecha que podría fijarse entre fines de la primera y comienzos de la segunda década del siglo XVI
Se ha llegado a afirmar que el primer gran patrón urbano de Occidente
Era una ciudad de trazado regular, con ángulos rectos, que daba una sensación de gran parrilla o tablero de ajedrez y que precisamente por ello inspiraba una sensación de poder, de autoridad
la ciudad se convierte en una representación topográfica con un sentido de poder, autoridad y fuerzas subalternas, debidamente (y hasta topográficamente)
jerarquizadas”.
Explicación:
En mi opinion eso es lo mas importante.
Espero te sirva
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