¿Se dio la corrupción en Roma? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
corrupción en Roma
Orador romano El trabajo de los más servía para enriquecer a los menos, como en toda civilización. Veyne describe la cruda realidad de la corrupción en la Roma Imperial, algo que no es mencionado en la mayoría de los libros de historia, que por lo general enaltecen tal período histórico. Además del clientelismo y del favoritismo, o lo que es lo mismo, del tráfico de influencias y de favores, en Roma reinaba la extorsión y la mordida (coima) desde los más simples funcionarios hasta el emperador. Por eso era tan rentable estudiar retórica, porque era un requisito indispensable para postular a ser un “servidor” público; el dinero no bastaba, pues la élite se caracterizaba por tener educación (pepaideumenos), autoridad natural y buen hablar.
Se consideraba culto a quien tenía cierta cultura literaria y conocía la mitología. Pero la educación era tan solo un requisito, y más que todo era necesaria para redactar pulidos informes y cartas a los superiores, pues más importante aún era estar apoyado por un patrono poderoso o algún notable, ser cliente de una persona influyente que pudiese recomendarlo (suffragia) para tal o cual cargo, o para determinada función pública (militia). Tales favores del patrono se pagan ya sea con otros favores o mediante propinas (sportula); en el caso de los dignatarios principales designados por el emperador, las propinas se pagaban al tesorero imperial. El “servicio” público era entonces un medio efectivo para enriquecerse rápidamente. Habían incluso personas (proxenetae) especializadas en realizar dicho comercio de recomendaciones. Todo trámite se realizaba mediante el soborno, por pequeño que fuese; por eso cuando un funcionario de menor categoría se presentaba ante uno de rango mayor, debía hacerlo con un regalo en una de sus manos.