rol de la serpiente en el cuento el "principito"
Respuestas a la pregunta
EL PRINCIPITO
En los inicios del viaje hacia la redención me encontré con una hermosa flor que me dijo:
- Nadie se anima a decirlo, pero lo triste de El Principito es que al final se suicida.
Recuerdo que pensé ¿quién se atrevería a afirmar algo tan trágico de un libro infantil que todos recordamos con mucho afecto? No podría ser cierto, debía leerlo nuevamente para averiguar si así era. Pero no lo hice porque no me interesaba. Tenía otras lecturas más interesantes que hacer.
Tiempo después emprendí un viaje al mar con Ale Rozitchner y sus hijos. Antes de salir vi El Principito sobre el escritorio de Andy. Le pregunté si me lo prestaba para leer en la playa. Me dijo que sí, así que lo llevamos junto al TEG, la pelota del Barcelona y el muñeco de Woody.
En mi intento de averiguar por qué es un libro que gusta tanto, se me reveló esta posible interpretación.
El Principito es la historia de un duelo
Al comienzo El Principito relata el problema de la digestión de un elefante por parte de una boa. Las emociones y la digestión están estrechamente relacionadas. Así decimos, por ejemplo, “lo tengo atragantado” para indicar que no logramos pasar a tal o cual persona. Y cuando alguien nos incomoda suele pasarnos que nos duele el estómago, o nos salen ampollas en la boca. El estress en algunas personas viene acompañado de acidez o de herpes en los labios. Mientras que en mujeres ocurre con muchísima frecuencia el estreñimiento. Por algo los yogures que ayudan a la digestión están auspiciados por y para ellas. Es que las mujeres suelen ser más controladoras y por eso tienen el ano más apretado. Si aprendiesen a soltar, les sería más fácil ir de cuerpo. También están los ansiosos que se devoran así mismos comenzando por las uñas.
Pero, ¿cuál es el problema digestivo que se le plantea a Saint-Exupéry? Un amor infantil, eso es lo que tiene que lograr deglutir. Tiene que hacer el duelo y dejar a un amor infantil por la búsqueda de uno más maduro.
Lo primero que le pide El Principito a Saint-Exupéry es que le dibuje un cordero. Saint-Exupéry dibuja varios corderos, pero sólo uno convence al Principito, uno que no tiene rostro porque está adentro de una caja. Es decir, uno que es la idea de un cordero, uno que todavía no está individualizado. Este cordero abstracto representa una amenaza.
Desde el principio Saint-Exupéry y El Principito conversan sobre la posibilidad de dibujar una cuerda para atar al cordero. Pero, ¿por qué atarlo? La respuesta se nos presenta más adelante, recién al quinto día de convivencia. El temor no es a que se vaya, porque en el asteroide B 612 todo es pequeño y caminar siempre para adelante provoca que le demos la vuelta a su diminuta morada. El temor concreto es a que se coma su rosa.
Esta rosa representa a una mujer en particular a la que ama. Es una mujer hermosa que cuida mucho su figura, no quiere salir con la ropa arrugada como las amapolas. Una mujer que quiere que le preparen el desayuno, que es bien complicada -de acuerdo a las propias palabras de El Principito. Una mujer que se queja mucho. Se queja de que en el asteroide B 612 no hay comodidades, que hace frío y que de donde viene… bueno, en realidad no puede comparar con otros mundos porque nació de una semilla, y ella lo sabe. Por eso mismo se siente humillada cuando le intenta hacer creer al Principito que puede comparar. También es una mujer orgullosa, capaz de hacerse la superada con la separación y no llorar cuando este la deja.
Al principio de la digestión El Principito se siente culpable de haber dejado a esa mujer, a ese amor. Dice que no debió jamás huir, que se debería haber dado cuenta de su ternura y de sus pobres astucias. Por eso mismo se queja de que las mujeres sean tan contradictorias, si no lo fuesen, siente, se hubiera dado cuenta más fácil de todo. Pero era demasiado joven para saber amarla.
Luego El Principito viaja por diferentes escenarios, todos de rasgos exagerados, típicos de una visión infantil del mundo. Todos los personajes son toscos y vistos desde una mirada descreída, ingenua, hasta el punto de que la inmadurez resulta un valor. Es más, se queja de los adultos por su incapacidad de saber dibujar. Esto sucede hasta que aterriza en el planeta tierra. El planeta Tierra representa la realidad. Este es el lugar que le recomienda visitar el Anciano -que conoce de geografía, de territorios, que es algo más sabio que el resto de los personajes. Allí se le presentan dos situaciones reveladoras. Por un lado, la serpiente amarilla, y por el otro, un jardín de rosas.