reflexiona, escribe y dibuja 3 aciones que desmuestren: ¿como puedes cuidar lo creado por dios?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Cuidar la creación
Estas 3 relaciones quedaron dañadas después e la caída del hombre en rebeldía contra el Señor, por lo tanto es coherente que el plan de restauración diseñado por Dios abarque, no sólo nuestra relación con Él y entre nosotros sino también la de las personas con la creación.
La fe cristiana es esperanza, creemos en Dios y en sus promesas, entre ellas está la promesa de que los Hijos de Dios, en la vida eterna, viviremos en una creación renovada y restaurada.
Pero esta esperanza del futuro perfecto que nos espera al final de los tiempos muchas veces es utilizada por falsos discípulos de Cristo para justificar el descuido/maltrato/subyugación/ultraje/destrucción de la gloriosa y presente creación de Dios.
Esto me hace pensar ¿Tenemos los cristiano de hoy en día algo distintivo para aportar al debate ecológico?
En efecto, creemos que Dios creó la tierra y la encomendó al cuidado del hombre (Génesis 1), y que hoy en día gime y sufre los dolores de parto de la nueva creación (Romanos 8:18-23) y que en el fin de los tiempos esta compartirá un futuro glorioso junto a los Hijos de Dios (Apocalipsis 21:1).
Estas 2 doctrinas, relativas al principio y al fin de la historia, la creación y la consumación final, tienen profundas consecuencias en nuestro pensamiento, nos hacen respetuosos de la tierra, de toda creación material en fin, ya que son el escenario de la historia que Dios ha creado y que recreará.
Podemos como cristianos aprender a pensar y a actuar con sentido ecológico en todo ámbito de nuestra vida, arrepentirnos del derroche, la polución y la destrucción desenfrenada, debemos ser motivados al servicio desinteresado que alguna vez distinguió a la cristianismo, debemos ser pioneros en el cuidado de la humanidad y el medio ambiente, debemos mostrar de donde provienen el poder y la perspectiva para dicha contribución, tenemos la responsabilidad cristiana de dar el ejemplo y reanimar el corazón de la ética del evangelio.