Castellano, pregunta formulada por alejocifu190205, hace 11 meses

Realizar un micro ensayo (5 párrafos)
TEMA: El aborto
Párrafo 1: Introducción
Párrafo 2: Desarrollo (Argumento 1)
Párrafo 3: Desarrollo (Argumento 2)
Párrafo 4: Desarrollo (Argumento 3)
Párrafo 5: Conclusión
• Usar una cita corta y larga
con autor en el ensayo
• Al final ubicar las referencias
bibliográfica
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Respuestas a la pregunta

Contestado por Jeanneth19
6

Respuesta:

La indiferencia que se advierte ante la progresión de aborto a escala

mundial, hace necesario insistir en aquellos aspectos que son básicos

para el enjuiciamiento correcto del problema. En este sentido, tenemos

en primer lugar el consumo creciente de contraceptivos, que a su vez es

consecuencia de una serie de fenómenos de orden ideológico y moral.

En años anteriores hemos publicado varios trabajos sobre estos temas,

pero consideramos útil una nueva revisión, teniendo en cuenta la situa-

ción actual, según la bibliografía de estos últimos años.

El término aborto significa la interrupción del embarazo antes de que

el feto sea viable. Lo más frecuente es que el aborto ocurra antes de la

vigésima semana de gestación; si la interrupción tiene lugar entre el pri-

mero y tercer mes se habla de aborto precoz, denominándose aborto tar-

dío entre el tecero y sexto mes de embarazo.

El significado vulgar de aborto es claro, supone la muerte del feto,

pero las expresiones «aborto legal», «aborto terapéutico», «aborto elec-

tivo», etc., contribuyen a fomentar el confusionismo terminológico, como

se puede comprobar tanto en publicaciones médicas como en revistas y

prensa diaria. Se confunden los términos de aborto espontáneo, aborto

legal, aborto terapéutico y aborto criminal, dando la impresión al público

no especializado de que el aborto tendrá una valoración médica y ética

diferente según la modalidad del mismo 64.

En la práctica hay una única distinción médicamente válida: aborto

espontáneo, que cursa de modo natural, independiente de la voluntad,

tanto de la paciente como del médico; y aborto provocado consecuencia

de la acción directa del médico, o de cualquier otra persona, sobre la

evolución de un embarazo normal o no. Desde el punto de vista concep-

tual esta clasificación médica del aborto es una realidad evidente y así,

en publicaciones de la Organización Mundial de la Salud se utiliza la

distinción entre los dos grandes grupos: «aborto espontáneo» y «aborto

provocado».

HECHOS BIOLOGICOS FUNDAMENTALES

El origen de la vida coincide con la fertilización del óvulo; y, en el

organismo humano, la fecha se puede determinar con bastante exactitud.

Es un dato fundamental. Cuanto más a fondo se estudia el problema -y

cada vez son más numerosos los resultados de la investigación experi-

mental-, más evidente resulta que, para definir lo que debe entenderse

por aborto, hay que partir necesariamente del hecho fundamental de que

la vida de la persona humana comienza en el momento de la fecundación.

El organismo se forma a partir de dos células: el óvulo, célula ger-

minal femenina procedente del ovario; y el espermatozoide, célula ger-

minal masculina, producida en el testículo.

Los gametos -tanto el óvulo como el espermatozoide-, cuando han

adquirido las características óptimas para la fecundación, o lo que es lo

mismo, cuando han alcanzado su nivel de maduración final, son células

con vida muy limitada: en un período muy breve -de un día o poco más-

experimentan un proceso de regresión y mueren.

Lo significativo es, precisamente, que cuando dos células cuya vida

está a punto de terminar -un óvulo y un espermatozoide- se unen, en

el proceso en que se produce la fertilización, constituyen un conjunto es-

tructural y bioquímico de características únicas. y a partir de este momento, como consecuencia de los procesos bioquímicos producidos, en

la nueva célula quedan marcados -escritos, por decirlo así- los planes

de desarrollo de un nuevo organismo, dotado de una extraordinaria capa-

cidad funcional.

El óvulo, al ser fertilizado, se torna capaz de desarrollarse plenamen-

te, por un mecanismo de extrema complejidad determinado ya desde la

tecundación, sin que las relaciones funcionales entre el organismo de la

madre y del feto afecten en nada a este determinismo, tal como lo de-

muestra la experimentación. Es, pues, un nuevo individuo, en sentido

estricto.

Por la implantación, y el desarrollo de la placenta en una fase ulte-

rior, el embrión dispone de un medio adecuado, que le garantiza el aporte

de las sustancias nutritivas y la respiración celular que necesita. Pero

esto no es esencial: la potencialidad y predeterminación del desarrollo,

existen desde el momento mismo de la fecundación. Suponer que el em-

brión no vive propiamente hasta la implantación es tan falso como lo se-

ría el suponer que el feto no vive hasta que respira aire atmosférico.

Más claro: impedir el desarrollo embrionario evitando la implantación,

e5 lo mismo que impedir el desarrollo del recién nacido privándole de

oxígeno y nutrición. Presentar las cosas de otra forma equivale a negar

la evidencia de los hechos biológicos.

Estos son tan patentes, que si el comienzo de la vida no se sitúa en

la fecundación, no existe referencia alguna para concretar en qué mo-

mento se produce, ni hay base aceptable para lanzar otras hipótesis.

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