quién me da un resumen corto del cuento no_ oyes
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Este cuento comienza con el diálogo de dos personajes. El primero le pregunta a alguien que ubica un poco más arriba de donde se encuentra él si ve alguna señal o luz. De esta forma se presentan extraviados y en tránsito por un lugar desconocido. Varias veces, el hombre de abajo le insiste al que está arriba a que se dedique con un poco más de concentración a ver si logra ver o escuchar alguna señal que les diga si ya llegaron. Este diálogo termina con la compasión que el hombre de abajo expresa hacia el hombre de arriba.
Ciudades en las que los carros están desapareciendo
¿Cómo hacer logos on-line?
Significado de la carta Ocho de Bastos en el Tarot
Seguidamente, una voz en tercera persona resalta que se trata de dos hombres, que conforman una sola sombra. Nuevamente la voz del primer hombre reseña que el objetivo principal de ese viaje es llegar con urgencia a Toyana. Ante la aceptación de cansancio del primer hombre, el lector presencia un diálogo y una narración a través de la cual el lector puede descubrir que el primer hombre es el viejo padre del segundo, el cual por alguna circunstancia no puede caminar, mientras su padre lo lleva a cuestas, buscando con desesperación llegar pronto al pueblo.
Poco a poco, la salud del hijo empieza a tornarse más débil, como si fuese apagándose y sucumbiendo al intenso dolor que unas escenas antes lo hacía estremecerse violentamente sobre el cuerpo de su padre, que aun con cansancio, dolor y vejez, bañado en sudor busca la forma de encontrar el pueblo a donde se dirigen, o al menos de poder escuchar a los perros, a fin de saberse próximo.
Sin embargo, con la poca vida que le quedaba al herido, éste le insistía a su padre a que por favor lo bajara y lo dejara tranquilo, para seguir y recuperarse, no obstante su padre insistía en llevarlo al pueblo, sin querer ni por un segundo soltar su cuerpo, porque entonces el cansancio lo vencería, y ya no podría echárselo encima solo. Además lo movía la determinación de llegar hasta Tonaya, a pesar de los tropiezos y que no se escuchaban los ladridos de los perros ni se veían las luces del pueblo, a fin de buscar un médico que tratara las heridas de su hijo.
No obstante, lo que por un segundo pudo parecer devoción y amor de padre, de un momento cambia para demostrar lo contrario, pues el padre comienza un largo y extenso monólogo, en contraposición del hijo que ya casi no habla, como si fuese apagándose. En esta letanía de palabras, el padre confiesa que la vehemencia con la que lucha por llevar a Ignacio hasta un médico es la memoria de la madre de ésta y no el amor que siente por el hijo, porque como el mismo lo confiesa, por el contrario lo odia y lo ha maldecido a raíz de los malos pasos de su hijo, quien ha decidido dedicarse a la mala vida, robando y matando a personas de bien.
En sintonía con esto, el padre comienza en su monólogo a rememorar a la madre de Ignacio y cómo lo cuidaba cuando pequeño, y cómo falleció, hasta que de improviso cree sentir que el hijo que poco a poco se va desvaneciendo comienza a llorar ante el recuerdo de la madre. Esta primera parte del cuento termina cuando el padre recuerda también que han asesinado a los amigos del hijo.
Por su parte, la segunda mitad de este cuento es bastante breve. Por fin el padre logra ver el pueblo donde le han dicho que hay un médico para su hijo. La emoción termina de arrebatarle la fuerza que tiene. Bajo un alero baja al hijo, que no se mueve ni habla, que no se sabe su está vivo o muerto. De inmediato se escuchan ladrar los perros, y el padre le reprocha al hijo no haberle ayudado en esa «última esperanza
Respuesta:
Este cuento trata de un padre que carga sobre sus espaldas a su hijo herido; su esperanza es llegar al pueblo vecino donde espera recibir ayuda para que lo curen. El protagonista en la obra es el padre quien es secundado por su hijo Ignacio. La luna tiene también una participación muy importante en el cuento. El padre reclama constantemente a Ignacio que le ayude a encontrar el pueblo de Tonaya ya sea por sus luces o por los ladridos de los perros. La trama se desarrolla de la manera siguiente: a Ignacio lo han herido de gravedad sus enemigos y su padre obligado por ua promesa trata de salvarle la vida. La obra se limita basicamente a estos dos personajes, quienes en un escenario único, cumplen a cabalidad su tarea de comunicar sus mensajes al lector. No oyes ladrar los perros es escrita por el célebre autor mexicano Juan Rulfo en 1953. El narrador es omnisciente y cuenta en tercera persona alternando con los diálogos del padre de Ignacio quien hace intervenciones en primera persona. Uno de los rasgos más notables es el simbolismo en la obra, donde por obligación, un padre carga con el peso de su hijo sobre sus espaldas. Los sentimientos del padre son expresados claramente en la conversación con su hijo. Por ejemplo, el padre le dice a Ignacio, “todo esto que hago, no lo hago por usted. Lo hago por su difunta madre.” Enseguida lo separa cuando el trato del padre pasa de “tú” al de “usted.” El tema es mostrar la vida en el campo con toda su crudeza y los esfuerzos por mantener una unión familiar mas allá de lo lógico. No tiene sentido, aparentemente, llevar a cuestas a un asesino que ha quitado muchas vidas, incluída la de su propio padrino. Sin embargo, una promesa familiar, deberá estar por sobre cualquier otro compromiso. Genialmente, Rulfo apela a los sentidos (visual, tacto, auditivo) del lector mientras sigue el desarrollo de la narrativa. Lo especial en esta obra, reside en la lección arrancada de la vida misma, es la representación del sufrimiento que muchos padres deberán llevar sobre sus espaldas por causa de los errores de sus propios hijos.
En conclusión, esta obra confirma la calidad de escritor de Juan Rulfo, quien demuestra que no se necesitan muchas palabras, ni muchos personajes, para hacer llegar un mensaje impactante.
Explicación: