¿Qué sucedió en las guerras civiles y en las crisis de la república? romana
Respuestas a la pregunta
En circunstancias tan nimias y pueriles se fundamentó el odio de En el año 112 a. C. se declaró la guerra de Yugurta entre la República romana y el reino de Numidia que evidenciaría claramente las debilidades de la República. Yugurta se mantuvo en el poder sobornando y comprando oficiales militares y funcionarios romanos. Mario luchó como oficial en Numidia donde ganó cierta fama que utilizó en su regreso a Roma para aumentar las probabilidades de ser elegido cónsul. En Roma, Mario criticó de forma populista al general al mando de las tropas contra Numidia, Quinto Cecilio Metelo Numídico, acusándole de prolongar la guerra innecesariamente sólo para su propio beneficio. En el año 107 a. C. Mario fue elegido cónsul e intentó hacerse con el mando de la guerra contra Numidia, pero el Senado se negó a concederle tropas, ante esta situación Mario pronunció violentos discursos contra los conservadores e inició el reclutamiento de voluntarios entre su clientela y las clases más desfavorecidas, logrando reclutar un ejército con el que regresó a Numidia.
Respuesta:
La primera guerra civil de la República romana fue el primero de los grandes conflictos militares políticos de la República romana acaecidos durante el siglo i a. C. que la conllevarían a la desestabilización, propiciando su final y la instauración del Imperio romano, con Augusto como primer emperador.
La guerra tuvo lugar cuando los líderes de las dos facciones enfrentadas en el senado los optimates y populares, Sila y Cayo Mario respectivamente, compitieron por los honores de liderar la guerra contra Mitrídates VI rey del Ponto, quien había invadido la provincia romana de Asia y asesinado a miles de romanos. Inicialmente Sila obtuvo el respaldo del Senado para liderar la guerra, pero los populares anularon esta decisión recurriendo directamente a la decisión de la asamblea popular, otorgando el mando a Mario.2Sila marchó sobre Roma con sus legiones, haciendo huir a Mario y reotorgándose el mando. Ya en Roma el senado romano declaró enemigo de la República a Mario, y Sila embarcó hacia Grecia sin contratiempos. Lucio Cornelio Cinna un cónsul electo popular, ante la ausencia de Sila propició el retorno de Mario desde su exilio, y juntos marcharon sobre Roma, se hicieron nombrar cónsules y establecieron una sangrienta represión contra los optimates, pero tras unos pocos días en su cargo Mario murió. Sila tras terminar la guerra en oriente con el tratado de Dárdanos, regresó a Italia donde derrotó a los populares y se estableció como dictador, reformó la Constitución republicana cediendo más poder al Senado, recortó el de los tribunos de la plebe y el de las asambleas populares. Finalmente Sila renunció al poder absoluto y se retiró de la vida política. A principios del siglo i a. C. (VIII ab urbe condita), la República romana entró en una nueva fase, dentro de su nueva posición de hegemonía mundial, tras haber destruido la República de Cartago en las guerras púnicas (146 a. C.), así como de la conquista de Macedonia y los restos del Imperio seléucida. Sin embargo, la continua expansión, el crecimiento demográfico y económico provocó una crisis del modelo de Estado, que fragmentó la sociedad romana, aumentando enormemente la polarización social. El Senado se dividió con la aparición de dos facciones: los populares que representaban la facción reformista que apostaba por expandir la ciudadanía a los nuevos súbditos de Roma y dotar de una mayor democratización a las instituciones mediante el incremento del poder de las asambleas, y los optimates, facción aristocrática conservadora que deseaba limitar el poder de las asambleas populares y aumentar el poder del Senado.
a. C., Sila dirigió personalmente la caballería, dando muestras al mismo tiempo de su capacidad tanto para el combate como para la organización.