¿qué son las conexiones semánticas?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Se entiende por conexión la relación lógico-semántica que se establece entre varias unidades de un texto (palabras, frases, párrafos, enunciados...), asegurando de este modo su cohesión. La conexión se lleva a cabo frecuentemente por medio de conectores y marcadores del discurso.
La conexión constituye uno de los mecanismos lingüísticos fundamentales para engarzar las ideas en la linealidad textual, junto con la referencia y la progresión temática. Las relaciones lógicas que se establecen entre elementos del texto pueden llevarse a cabo mediante la conexión asindética y la conexión sindética. La primera se da cuando la relación semántica entre las partes del texto no se ve reflejada por medios gramaticales, esto es, cuando debe ser inferida; este tipo de conexión se apoya en el orden secuencial de los enunciados y en la entonación (o en los signos de puntuación), como en el siguiente ejemplo: [Se puso muy contento: empezó a dar saltos]. Por su parte, la conexión sindética se apoya en expresiones de valor cohesivo que explicitan el tipo de relación lógico-semántica que existe entre los elementos conectados. H. Mederos (1988), inspirado en M. A. K. Halliday y R. Hasan (1976), clasifica las formas de conexión sindética por su significado en cinco tipos: conexión aditiva (expresada por conjunciones como la [y], disyuntiva [o], adversativa [pero], causal [por tanto] y temporal [luego]. Destaca la variedad de expresiones que pueden señalar un determinado tipo de conexión; del mismo modo, una misma expresión puede indicar distintos tipos de relación lógica en función de su contexto de uso: el caso más típico es el de la conjunción y, cuya interpretación depende del significado de los enunciados que conecta.
Respuesta:
Se entiende por conexión la relación lógico-semántica que se establece entre varias unidades de un texto (palabras, frases, párrafos, enunciados...), asegurando de este modo su cohesión. La conexión se lleva a cabo frecuentemente por medio de conectores y marcadores del discurso.
La conexión constituye uno de los mecanismos lingüísticos fundamentales para engarzar las ideas en la linealidad textual, junto con la referencia y la progresión temática. Las relaciones lógicas que se establecen entre elementos del texto pueden llevarse a cabo mediante la conexión asindética y la conexión sindética. La primera se da cuando la relación semántica entre las partes del texto no se ve reflejada por medios gramaticales, esto es, cuando debe ser inferida; este tipo de conexión se apoya en el orden secuencial de los enunciados y en la entonación (o en los signos de puntuación), como en el siguiente ejemplo: [Se puso muy contento: empezó a dar saltos]. Por su parte, la conexión sindética se apoya en expresiones de valor cohesivo que explicitan el tipo de relación lógico-semántica que existe entre los elementos conectados. H. Mederos (1988), inspirado en M. A. K. Halliday y R. Hasan (1976), clasifica las formas de conexión sindética por su significado en cinco tipos: conexión aditiva (expresada por conjunciones como la [y], disyuntiva [o], adversativa [pero], causal [por tanto] y temporal [luego]. Destaca la variedad de expresiones que pueden señalar un determinado tipo de conexión; del mismo modo, una misma expresión puede indicar distintos tipos de relación lógica en función de su contexto de uso: el caso más típico es el de la conjunción y, cuya interpretación depende del significado de los enunciados que conecta.
Los analistas del discurso han destacado que la conexión entre dos fragmentos textuales no siempre es posible. Según Van Dijk (1977), para que dos unidades puedan conectarse en un texto deben cumplir una serie de requisitos semánticos:
Las unidades están conectadas si los hechos que denotan están relacionados con alguna situación posible, y con el mismo tópico del discurso, esto es, se refieren al mismo asunto; al no cumplirse este requisito en el siguiente ejemplo, el conector por lo tanto no establece ningún tipo de conexión: [Juan es soltero, por lo tanto Ámsterdam es la capital de Holanda].
Las unidades están conectadas si se satisfacen ciertas condiciones de ordenación discursiva: hay elementos simétricos en la linealidad textual (intercambiables, por tanto) y otros elementos asimétricos (no intercambiables); si este orden no se respeta en el caso de los elementos asimétricos, enunciados como el siguiente no presentan ninguna conexión: [Tengo sueño y he trabajado toda la noche].
Las unidades están conectadas si los hechos a que se refieren están ligados en mundos relacionados: enunciados como [Soñé que hacía calor, por lo tanto fui a la playa] no son aceptables, ya que el hecho de que haga calor en algún mundo soñado no es una razón normal para ir a la playa en el mundo real.
Dos unidades están relacionadas si son compatibles, esto es, si no suponen afirmaciones contradictorias; en el siguiente ejemplo el segundo elemento contradice al primero, por lo que el enunciado es inaceptable: [Fuimos a la playa, pero yo me quedé en casa].
A pesar de estas restricciones, la relación que se establece entre determinados elementos está muy determinada por los participantes en la comunicación (sus esquemas conceptuales, su conocimiento del mundo) y por el contexto: hechos que pueden presentar algún tipo de conexión lógica para determinados interlocutores en una determinada situación ([Le dieron un gran susto, por lo que se puso a reír]) pueden perfectamente estar desconectados para otros participantes. La conexión, pues, es también un mecanismo de tipo pragmático.
En la didáctica de las lenguas adquiere una gran importancia el dominio de todos los mecanismos de cohesión textual, entre ellos la conexión. Los elementos que pueden conectar unidades textuales son muy variados en español: desde conjunciones [pero, y, etc.] a predicaciones léxicas (verbos como [depender, suponer] establecen relaciones lógico-semánticas entre unidades textuales), y pueden en muchos casos no coincidir con los de la lengua del aprendiente. Conocer los conectores y utilizarlos en distintos niveles del discurso (oracional, supraoracional, enunciativo) contribuye a otorgar fluidez a la comunicación. Por otro lado, el trabajo sobre relaciones de tipo lógico, semántico y pragmático entre los enunciados de un mismo texto es un ejercicio de comprensión y producción necesario para dominar cualquier tipo de discurso.
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