¿Qué representó la participación de Miguel Ángel Buonarroti y Rafael Sanzio en la construcción y decoración de la basílica de san pedro en el vaticano?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La presencia de grandes artistas (pintores, escultores, arquitectos) en la basílica de San Pedro (y en muchas otras iglesias de Roma) está relacionada con la expansión y difusión de la cultura del Renacimiento, a la que la Iglesia católica no es ajena. Así como en el siglo XV el foco rincipal del Renacimiento fue Florencia, en el siglo XVI fue Roma. Los grandes príncipes-mecenas de las diferentes ciudades italianas (Florencia, Milán, Ferrara, Mantua, Siena, etc.) convocaban a los grandes artistas y les encomendaban la construcción o reconstrucción y decoración de iglesias, palacios y las mismas ciudades. En el Vaticano, el Papa era un príncipe-mecenas más. Encomendar obras artísticas a los más renombrados y talentosos artistas de la época era una manera de subrayar la grandeza y el poderío de la Iglesia.
La basílica de San Pedro recibió trabajos de remodelación y decoración (así como las stanzas y otras dependencias vaticanas) ya desde el siglo XV. La famosa Capilla Sixtina había sido decorada durante el siglo XV por artistas como Botticelli, Perugino, Roselli y otros. En el siglo XVI, Miguel Ángel y Rafael trabajaron en diferentes dependencias (la bóveda Sixtina, el Juicio Final, la stanzas vaticanas, la cúpula de la basílica) y durante el siglo XVII fue principalmente Bernini el encargado de dar el toque definitivo a la grandeza del Vaticano con la construcción de la Plaza de San Pedro (con la famosa columnata), las estatuas que la circundan, la cátedra de Pedro (en el ábside) y el baldaquino de bronce.
Respuesta:
ahí esta bro
Explicación:
La presencia de grandes artistas (pintores, escultores, arquitectos) en la basílica de San Pedro (y en muchas otras iglesias de Roma) está relacionada con la expansión y difusión de la cultura del Renacimiento, a la que la Iglesia católica no es ajena. Así como en el siglo XV el foco rincipal del Renacimiento fue Florencia, en el siglo XVI fue Roma. Los grandes príncipes-mecenas de las diferentes ciudades italianas (Florencia, Milán, Ferrara, Mantua, Siena, etc.) convocaban a los grandes artistas y les encomendaban la construcción o reconstrucción y decoración de iglesias, palacios y las mismas ciudades. En el Vaticano, el Papa era un príncipe-mecenas más. Encomendar obras artísticas a los más renombrados y talentosos artistas de la época era una manera de subrayar la grandeza y el poderío de la Iglesia. La basílica de San Pedro recibió trabajos de remodelación y decoración (así como las stanzas y otras dependencias vaticanas) ya desde el siglo XV. La famosa Capilla Sixtina había sido decorada durante el siglo XV por artistas como Botticelli, Perugino, Roselli y otros. En el siglo XVI, Miguel Ángel y Rafael trabajaron en diferentes dependencias (la bóveda Sixtina, el Juicio Final, la stanzas vaticanas, la cúpula de la basílica) y durante el siglo XVII fue principalmente Bernini el encargado de dar el toque definitivo a la grandeza del Vaticano con la construcción de la Plaza de San Pedro (con la famosa columnata), las estatuas que la circundan, la cátedra de Pedro (en el ábside) y el baldaquino de bronce.Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida: Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori, de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido, y Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti.Triunfó en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo.a La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación, la pintura, casi como una imposición por parte del papa Julio II, y que se concretó en una obra excepcional, la bóveda de la Capilla Sixtina; y ya en sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos.