¿Qué planteaba Nietzsche sobre la moral europea? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Nietzsche expone sus ideas acerca de la moral en la mayoría de sus obras.
Nietzsche distingue dos clases: la de los señores y la de los esclavos. La clase de los señores a su vez está compuesta de dos castas: la guerrera y la sacerdotal, las cuales valoran de manera aristocrática o sacerdotal. Así, la segunda deriva de la primera y se convierte en su antítesis, pues ambas parten de presupuestos distintos: la casta de los guerreros practica las virtudes del cuerpo; la casta sacerdotal se define por la impotencia e inventa el espíritu.
Ambas castas son rivales. De esa rivalidad se da el salto de una moral de señores, a una moral de esclavos, ya que los sacerdotes movilizan a los esclavos (débiles, enfermos) contra los guerreros (clase dominante). Esa movilización es posible invirtiendo los valores aristocráticos, creando una moral de esclavos (con los judíos comienza la moral de los esclavos) heredada y asumida por el cristianismo. Solo así el sacerdote triunfa sobre el guerrero.
Nietzsche considera que lo moral es una forma de interpretar ciertas cosas y ciertos comportamientos, y toda interpretación se hace desde determinada perspectiva. Lo que va a proponer Nietzsche es una perspectiva nueva frente a la moral. La moral europea (que Nietzsche identifica con la moral cristiana), es una negación de los instintos y de la vida, se asienta sobre el miedo a esta vida y la consiguiente invención de "otra vida", que es una vida tras la muerte que vivirá el alma liberada de todo lo que se supone negativo y que está ligado al cuerpo y a lo terrenal. La moral judeocristiana, negadora de la vida, es la que ha imperado en occidente durante veinte siglos y ha penetrado toda la cultura. Todos estos valores presentes en todas las manifestaciones de la cultura occidental van a ser analizados y criticados por Nietzsche que va a proponer una perspectiva diferente, una perspectiva que sea una afirmación de `esta vida' y su fuerza fundamental, que es la voluntad de poder, que sea un eterno sí a la vida sin excluir nada.