Historia, pregunta formulada por jerar1008, hace 10 meses

¿Que ocurría en el mundo mientras que en América surgía la contrarrevolución española?

Respuestas a la pregunta

Contestado por ivonne6febrero
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Respuesta:

Un contrarrevolucionario es cualquiera que se opone a una revolución, sobre todo el que intenta revertir sus resultados, parcial o totalmente.

El adjetivo contrarrevolucionario se refiere al movimiento que desea restaurar la situación o los principios prevalecientes en la época prerrevolucionaria.

Una contrarrevolución puede tener consecuencias positivas o negativas, dependiendo en parte del carácter beneficioso o pernicioso de la revolución que se revierte. Por ejemplo, Plutarco considera que el éxito transitorio de Agis y Cleómenes en Esparta, al restaurar la constitución de Licurgo, es contrarrevolucionario en sentido positivo. Y durante la Revolución francesa, los jacobinos vieron la revuelta de la Vendée como claramente negativa.En cierta manera, los jacobitas pertenecen a esta categoría. Los jacobitas apoyaban la reclamación del trono de Inglaterra por parte de la dinastía Estuardo. Los jacobitas siguen existiendo hoy, y continúan defendiendo el derecho de los Estuardo al trono británico.

La palabra «contrarrevolucionario» se refería originalmente a los pensadores que se opusieron a la Revolución francesa de 1789, como Joseph de Maistre, Louis de Bonald o más tarde, Charles Maurras, fundador del movimiento monárquico Action française. A partir de entonces, se usa en Francia para calificar movimientos políticos que rechazan el legado de la Revolución de 1789, lo que el historiador René Rémond ha denominado legitimistas. Así, los monárquicos que apoyaron al antiguo régimen después de la Revolución, eran contrarrevolucionarios. Por ejemplo, los participantes en la revuelta de la Vendée y las monarquías que acabaron con las distintas revoluciones de 1848. El movimiento monárquico contrarrevolucionario francés de los legitimistas todavía existe, aunque tiene un número muy pequeño de seguidores. Estuvo activo durante la pretendida Revolución nacional encarnada por el régimen de Vichy, que René Rémond no considera un régimen fascista, sino un régimen contrarrevolucionario, cuyo lema era «Travail, Famille, Patrie» (Trabajo, familia, patria), en sustitución del lema republicano «Liberté, Egalité, Fraternité» (Libertad, igualdad, fraternidad).

Tras la Revolución francesa, las políticas anticlericales y la ejecución del rey Luis XVI condujeron a la revuelta de la Vendée. Esta contrarrevolución provocó lo que hoy muchos consideran el primer genocidio moderno. En 1793, monárquicos y católicos tomaron las armas contra la República francesa de los revolucionarios después de que el ejército republicano reclutara a la fuerza a 300 000 vendeanos. Los vendeanos también se rebelaron contra el intento de leva forzosa de Napoleón en 1815.

En Italia, tras la conquista napoleónica a finales del siglo XVIII, hubo contrarrevoluciones en todas las repúblicas hermanas de Francia. La más conocida fue el sanfedismo, movimiento reaccionario liderado por el cardenal Fabrizio Ruffo, que revocó la República Partenopea y permitió que la dinastía de Borbón-Dos Sicilias recuperara el trono del Reino de Nápoles. Se produjo un resurgimiento del fenómeno durante la segunda campaña italiana de Napoleón a principios del siglo XIX. Otro ejemplo de contrarrevolución fue la revuelta campesina en el sur de Italia tras la unificación del país, fomentada por el gobierno de los Borbones en el exilio y los Estados Pontificios. La rebelión, tachada de bandolerismo, acabó por convertirse en una sangrienta guerra civil que duró al menos diez años.

Los partidarios del carlismo desde el siglo XIX hasta el presente son quizás el grupo superviviente más antiguo de la contrarrevolución en España. Los carlistas defienden la aplicación estricta de la ley sálica en la sucesión al trono, por lo que apoyan a la rama borbónica descendiente del infante Carlos María Isidro, hermano del rey Fernando VII, además de la autonomía regional bajo la monarquía, la tradición y el catolicismo. La causa carlista se inició con la primera Guerra Carlista en 1840 y sigue existiendo en la actualidad.En cierta manera, los jacobitas pertenecen a esta categoría. Los jacobitas apoyaban la reclamación del trono de Inglaterra por parte de la dinastía Estuardo. Los jacobitas siguen existiendo hoy, y continúan defendiendo el derecho de los Estuardo al trono británico.

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