Que metodos utilizar para la enseñanza de la lengua castellano en el presente siglo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:La historia del castellano, desde su aparición en los textos de los siglos XII y XIII, se nos muestra como una continua expansión. Por un lado, hay una expansión interna: se convierte en la lengua «propia» de Castilla en todas sus manifestaciones escritas, quedando el latín restringido al ámbito litúrgico y a ciertas actividades intelectuales. Esto obliga al desarrollo de un idioma que en épocas anteriores sólo servía para las necesidades prácticas de la comunicación inmediata.
El «desarrollo» del castellano adquiere así una doble vertiente: la historia literaria (con sus procedimientos expresivos, estilos más personales y géneros de textos más variados) y la propia lengua (sus hablantes tienen la necesidad, de expresar en ella, nuevos contenidos, de más alto nivel de abstracción o de sutileza significativa). Por otro, hay una expansión externa, que es consecuencia de fenómenos políticos: la conquista de territorios gobernados por los musulmanes “Reconquista”, la unión definitiva con León y la penetración castellana en Aragón.
El castellano lengua “oficial” y de cultura
Durante el siglo XIII, el castellano se convirtió en la única lengua empleada por la Cancillería Real. Es decir, era el idioma utilizado en todos los textos de carácter jurídico y normativo. En este aspecto, fue por delante de otros romances. Testimonio de tal avance es el Fuero Real. Más importante aún si cabe es el ascenso del castellano al rango de lengua de cultura digna de expresar contenidos elevados. Varios son los caminos que llevaron a ese resultado.
En primer lugar, el castellano se hace lengua literaria en la poesía épica de transmisión oral. Pese a que sólo pervive un poema completo El cantar de Mio Cid y algún fragmento de Roncesvalles y varias refundiciones de otros hay datos suficientes para afirmar que la tradición épica castellana se remonta al menos al año 1000. Otra tradición, esta de origen culto y clerical, venía utilizando el castellano como vehículo de expresión. A ella pertenecen poemas sacros (Vida de Santa María Egipcíaca) y profanos (Razón de Amor), las composiciones de Gonzalo de Berceo o los Libros de Apolonio y Alexandre. Sus autores tienen ya clara conciencia de dominio de una técnica literaria y su contribución fue inmensa al proporcionar gran parte del vocabulario culto primitivo.
En segundo lugar, las traducciones fueron elemento básico en el proceso de ”abrir” el castellano a nuevos contenidos y dotarle de la suficiente capacidad lingüística para expresarlos. La actividad traductora en España se remonta al siglo. X, pero su centro fundamental lo constituyó Toledo desde los tiempos del arzobispo Don Raimundo (1126-1152), impulsor de la llamada “Escuela de Traductores”. La actividad del Rey Sabio fue decisiva, no sólo por el número e importancia de obras traducidas, sino por el cuidado que aplicaba a esta labor.
Las mayoría de obras traducidas pertenecen, a la tradición semítica. Hallamos versiones de la Biblia, tanto del hebreo como de la Vulgata latina, y traducciones de la literatura didáctica oriental: Libro de los doze sabios También de intención didáctica, aunque con estructura muy distinta, son diversas colecciones de eixemplos cuya fuente suele estar en la India (Calila e Digna). Contra lo que podría esperarse, el influjo lingüístico árabe o semítico no fue muy elevado debido a la voluntad de construir una sintaxis propia del castellano, no imitada mecánicamente. Algo parecido ocurrió en el léxico. El número de ‘préstamos’ directos del árabe es, en proporción, reducido en estas obras; sólo en las traducciones «técnicas» aumentan, aunque suele dárseles equivalencia latina o romance: Es mucho más habitual el “calco semántico” mediante la derivación o composición.