Historia, pregunta formulada por shakhrnz26, hace 1 año

que intereses tenian los empresarios españoles en el norte de marruecos??

Respuestas a la pregunta

Contestado por jarajuanita2000
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Respuesta:

Explicación:Una relación de amor y odio. La frase resume bien los intercambios económicos y comerciales entre Marruecos y España, según explica Imed Laiti Hsaybi, un consultor de inversiones en Marruecos que tiene más de catalán que de marroquí. Muchas empresas se interesan por el vecino del sur, conscientes de las buenas oportunidades que ofrece tanto para vender como para invertir. Sin embargo, las relaciones políticas bilaterales son un constante foco de sustos para los inversores. 'El conflicto del islote de Perojil, en honor a un almirante español, y no del Perejil como se ha llamado en España, es un caso más de las relaciones entre ambos países', declara Laiti. El discurso de Mohamed VI reclamando Ceuta y Melilla es más de lo mismo.

En el norte de Marruecos, en Assilah, un centro turístico de                                                        

playas vírgenes a 40 kilómetros de Tánger, los conflictos hispano-marroquíes preocupan especialmente. Aunque el pueblo atrae preminentemente al turista nacional, entre los extranjeros que la visitan los españoles son mayoría. Sin embargo, en estos días la presencia de españoles es casi nula, aunque los últimos días de julio empezó a oírse hablar español en la medina de la población. Tanto en la agencia de viajes local como entre los que alquilan las casas de la medina cunde el desánimo. Para unos y otros la temporada estival, la única fuente de ingresos para muchas familias de Assilah, está perdida en lo que a turismo español se refiere. El hueco se ha cubierto con turismo marroquí, de menor poder adquisitivo.

El efecto económico no sólo ha afectado al norte de Marruecos. Fréderic Myara, de Sport Travel, una empresa de Marraquech con oficina abierta en Barcelona que canaliza turismo de alto poder adquisitivo a Marruecos, coincide en el daño causado al turismo marroquí por la pérdida de visitantes españoles.

Pero el conflicto del Islote de Laila o de Perejil no sólo ha tenido consecuencias sobre el turismo. Las empresas españolas con intereses en Marruecos o las que están pensando en invertir en el país también están preocupadas.

Imed Laiti canaliza muchas inversiones españolas en Marruecos, especialmente catalanas, ya que tiene un acuerdo con la Generalitat para apoyar empresas de esta región que quieren invertir en el país magrebí. Laiti explica que el efecto de Perejil ha sido distinto según el conocimiento de las empresas españolas sobre Marruecos. Las más afectadas son las que están pensando en invertir en aquel país. æpermil;stas sufren la contradicción de tener un gran interés, pero a la vez, muchas dudas por la 'fragilidad política del país y su complejidad', en palabras de Laiti. Una de las dudas principales es que Marruecos termine en un conflicto similar al de Argelia. Perejil ha ayudado poco a estas empresas, que a sus miedos suman ahora el temor a unas malas relaciones bilaterales.

Es el caso de algunos inversores españoles del sector turístico. El primero es el de la empresa catalana Renta Antigua, que tiene prevista una inversión de 245 millones de euros en un complejo turístico entre Tánger y Assilah que incluye 12 hoteles. Estos días, los responsables de la empresa española han llamado varias veces a Laiti para manifestar sus temores, aunque también para confirmar sus intenciones inversoras.

Un caso distinto es el de un grupo hotelero balear interesado en Marruecos, pero que está en una fase muy previa. Sus dudas se confunden con las buenas perspectivas económicas que ven en Marruecos.

El pachá de Assilah, cargo público que implica la representación del rey y del Gobierno en la zona, Medí Mouriz, declara a título personal y nunca como funcionario, que 'lo importante no es el deterioro económico que suponga el conflicto, sino el punto de vista humano. El tiempo perdido como vecinos y amigos', declara el pachá.

Mouriz, cuyo despacho está en las antiguas dependencias de las autoridades españolas en los tiempos coloniales, se muestra dolido por la actitud colonialista de los españoles en estos días: 'Hay que tratar a Marruecos como un pueblo amigo y no como a una ex colonia', declara resumiendo el sentir de muchos marroquíes.

Los armadores se asocian

Pero si Perejil asusta a los empresarios españoles más novatos en el país, no amilana a los que lo conocen bien. Un buen caso es el de los pesqueros españoles, especialmente gallegos y andaluces, que dejaron de faenar al no renovarse el acuerdo de pesca.

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