que es economía y derecho
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Lo importante en economía son las relaciones sociales, aquellas que se manifiestan en la búsqueda por satisfacer necesidades. El derecho por otro lado es el que ha tenido dentro de sus fines garantizar aquello que busca la economía.
Respuesta:
El derecho y la economía mantuvieron relaciones frías y distantes durante mucho tiempo. A lo largo del siglo XX, sin embargo, esta distancia empezó a acortarse debido a fenómenos que ocurrieron al interior de ambas disciplinas. Los abogados de finales del siglo XIX estaban todavía mayormente preocupados por cuestiones clásicas de derecho civil. Así como hay “médicos de familia”, podría decirse que el abogado típico era un “abogado de familia”.
El derecho y la economía mantuvieron relaciones frías y distantes durante mucho tiempo. A lo largo del siglo XX, sin embargo, esta distancia empezó a acortarse debido a fenómenos que ocurrieron al interior de ambas disciplinas. Los abogados de finales del siglo XIX estaban todavía mayormente preocupados por cuestiones clásicas de derecho civil. Así como hay “médicos de familia”, podría decirse que el abogado típico era un “abogado de familia”. En un mundo aún cuasi-rural, con comunidades y familias extensas estrechamente vinculadas, sin las presiones de la urbanización y la masificación de la producción y del consumo, los abogados todavía redactaban contratos civiles, fungían como asesores de la salud del vínculo conyugal y, ante todo, supervisaban que la transferencia de la propiedad de una generación a la siguiente se diera sin mayores sobresaltos.
Los cambios económicos de comienzos de siglo XX llevaron a los abogados a desempeñarse en nuevas esferas: aumenta considerablemente la participación en la economía de empresas y sociedades de todo tipo. Surge un “abogado empresarial” que se aleja cada vez más del modelo del “abogado de familia”. Este abogado tiene que entender el lenguaje de los negocios y el clima económico general: su competencia jurídica se vuelca ahora en facilitar y optimizar el desarrollo de los negocios. Las universidades latinoamericanas responden al desafío e integran en sus currículos, con mayor o menos calidad, cátedras en contabilidad, micro y macroeconomía. El derecho, pues, se abrió a la economía por exigencia de su nuevo y más poderoso cliente: la empresa bajo la forma de la sociedad de capitales.
La economía, a su vez, se abre hacia el derecho: su apertura no se hace, sin embargo, por razones prácticas sino por razones teóricas. No se les pide a los economistas que sepan más derecho: en el currículo de economía de los Andes, por ejemplo, no hay ni una sola materia de esa disciplina. Su nuevo interés en el derecho parte de una teoría compleja del crecimiento económico que ha dado varios premios Nóbel en los últimos años y que podría ser descrita en dos tesis fundamentales y que le dan a los economistas una mirada general (y a veces soberbia) sobre el conjunto del derecho.
Según la primera tesis, que se denomina “teorema de Coase”, el derecho contemporáneo es sorprendentemente superfluo: los individuos, por sí solos y sin intervención del derecho, pueden hacer la asignación más eficaz de los recursos productivos de la sociedad siempre y cuando los “costos de transacción” tiendan a cero. El derecho regulatorio contemporáneo, además, tiende a ser generador de estos costos de transacción y, por tanto, de ineficiencias. Por estas razones el derecho debe ser estrictamente supletivo. Su contenido, además, debe ser lo más parecido a lo que las partes pactarían en un libre mercado. Desde esta primera tesis, por tanto, existe una visión altamente desfavorable del derecho: en primer lugar sus normas regulatorias e intervencionistas generan ineficiencias; en segundo lugar, su contenido debe extraerse mediante el estudio de las asignaciones de recursos que haría el mercado cuando funciona libre y sin trabas.
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Explicación:
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