que efectos sociales produjo la expulcion de los jesuitas en las reformas borbonicas
Respuestas a la pregunta
Expulsión de los jesuitas de América (1765)
Una de las principales instituciones afectadas por el despotismo ilustradoespañol fue laIglesia Católica,ya que la Corona pretendió afirmar el podersecular sobre el religioso. Esto incluía la restricción de los privilegios yexoneraciones fiscales que gozaban las órdenes religiosas. Fueron los jesuitaslos que más se opusieron al proyecto centralizador de los borbones, por loque fueron expulsados deEspañay sus posesiones ultramarinas en1767. Carlos III decreta el 27 de marzo de este mismo año (1767) la expulsión de los jesuitas de los territorios de ultramar. En Venezuela se cumplió igualmente.En Guayana le correspondió a don Manuel Centurión ejecutar la orden real,recibida por él el 30 de mayo. El 14 de junio, dispuesto a encargarsepersonalmente de este enojoso asunto, salió hacia las Misiones, y el 2 de julio ya estaba en Carichana, donde residía el Padre Superior, Francisco deRiberos.Desde allí, Centurión hace llamar a los demás misioneros: Juan Bautista Polo,de La Urbana; Sebastián Rey, de San Borja; Pedro Español, de El Raudal deAtures; Antonio Salillas, de Cabruta, y Felipe Salvador Gilij, de La Encaramada.Este notable sacerdote, constituido en uno de los más gratos cronistas deVenezuela, fue detenido por el teniente Pedro Felipe de Llamas. Gilij tuvopalabras de elogio para con Centurión, de quien dice: «El felicísimo gobiernodel señor don Manuel Centurión, segundo gobernador del Orinoco, esmerecedor de alabanza inmortal».Tampoco guardó rencor a Carlos III, quien posteriormente le otorgó unpremio y una pensión por su monumental obra Ensayo de HistoriaAmericana. La expulsión de los jesuitas de América se debió en gran parte ala influencia del Conde de Aranda, principal asesor de Carlos III y declaradoanti-jesuita.
A través del Ministro Conde de Aranda, el rey Carlos III decreta el 2 de abrilde 1767 la Pragmática de extrañamiento de los jesuitas de los territorios deultramar, argumentando que la expulsión obedece:1º A la usurpación de diezmos o violación de ellos hecha a las iglesias;2º A la quema realizada por la Compañía de muchos libros del obispo Palafoxen México.3º Al régimen independiente y según las autoridades despóticas de lasreducciones del Paraguay.4º A la constante intromisión en política.5º A la crítica en las reuniones contra la Autoridad Real y Gubernamental.6º A la participación en rebeliones indígenas.7º A la predicación en Manila contra el gobierno.Unos 2.617 jesuitas fueron expulsados de España y América, con desmedrode la educación que venían impartiendo en estos territorios. La gran mayoríade ellos eran españoles peninsulares, produciendo su marcha un vacíoirreparable por muchos años.Las reformas borbónicas llegaron del exterior, concretamente de la corteimperial de Madrid; llegaron de fuera como llegó la conquista en el siglo XVI.Afectaron todo el imperio, pues no eran sólo para la Nueva España y menosprivativas del noroeste. El objetivo último de los monarcas de Borbón era lasujeción de las colonias para beneficio económico de la metrópolis: corregirlas fugas fiscales y promover la producción para aumentar así la recaudaciónde impuestos.Para lograrlo se necesitaba reformar instituciones y procedimientos viciados
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a juicio de los reformadores
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que se habían incrustado en las sociedadescoloniales y con los que ciertos grupos de privilegiados medraban al amparode la debilidad de los gobernantes de la casa de Habsburgo. El Consulado deComerciantes, algunas corporaciones religiosas como la Compañía de Jesús yla misma institución del virreinato fueron el blanco de los golpes de losreformadores.
Respuesta:
La expulsión de los jesuitas de España fue ordenada por el rey Carlos III bajo la acusación de haber sido los instigadores de los motines populares del año anterior, conocidos con el nombre de Motín de Esquilache. Seis años después el monarca español consiguió que el papa Clemente XIV suprimiera la orden de los jesuitas. Fue restablecida en 1814, pero los jesuitas serían expulsados de España dos veces más, en 1835, durante la Regencia de María Cristina de Borbón, y en 1932, bajo la Segunda República Española
Explicación: