¿Qué consecuencias que provocó la peste negra en Europa modificaron el poder político y la economía?
Respuestas a la pregunta
Si la Alta Edad Media europea fue una etapa de escasez, de rigidez estructural y de supervivencia ante los enemigos exteriores, en la Baja Edad Media el hombre alza la cabeza por primera vez y otea un horizonte que por fin se lanza a explorar. A la vieja sociedad de monjes, guerreros y labriegos se une ahora el burgués, habitante de los burgos, o ciudades, que complicará con sus reivindicaciones el viejo orden feudal. El desarrollo de la agricultura lleva a una prosperidad económica insólita, que permitirá el florecimiento del arte románico y del gótico, así como el nacimiento de las universidades, y cuyo impulso a las relaciones comerciales abrirá nuevas rutas de comunicación entre los pueblos.
Entre los siglos XI y XIII, estas características dominaron el periplo de la sociedad europea. Sin embargo, con el XIV, la fórmula empezó a mostrar signos de agotamiento. El volumen de la producción agrícola, basada en el roturado y la rotación trienal, perdió equilibrio respecto al crecimiento, mucho mayor, de la población. La alternancia trienal no permitía que las tierras reposaran lo suficiente, y muchos de los suelos roturados no eran lo bastante fértiles. Una sucesión de lluvias torrenciales y malas cosechas dio lugar, entre 1315 y 1318, a hambrunas en buena parte de Europa. “Esta es la tempestad con la que abre el trágico siglo XIV”, diría el historiador francés Jacques Le Goff.