que acciones se podrían hacer en la comunidad, para fortalecer el sistema inmunológico en la población,según Rommy Goni
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
RESUMEN En los últimos años, cada vez es más recomendado el consumo de alimentos probióticos (contienen microorganismos benéficos vivos) y prebióticos (favorecen el crecimiento de dichos microorganismos), ya sea para prevenir algunas patologías (infecciones intestinales, enfermedad inflamatoria intestinal, colitis, etc.), como para auxiliar en su tratamiento. A pesar de que no se conocen en su totalidad los mecanismos por los cuales los probióticos actúan, diversos estudios sugieren que participan localmente en la regulación del sistema inmune a través de su interacción con el tejido linfoide asociado a intestino (GALT, Gut Associated Lymphoid Tissue), por lo que no es extraño que uno de los mayores beneficios de su consumo sea la reducción de la inflamación producida en enfermedades autoinmunes e inflamatorias de este órgano. Sin embargo, los efectos benéficos de los probióticos no solo se limitan al intestino, ya que también pueden modular la respuesta inmunológica sistémica, mostrando efectos positivos en enfermedades infecciosas (ejemplo: salmonelosis e infecciones pulmonares por neumococo), así como en alergias y asma. En este trabajo se realizó una revisión acerca del consumo de alimentos probióticos y los beneficios potenciales (remisión de infecciones, reducción de la inflamación, etc.) sobre el organismo a nivel del sistema inmunológico, así como los mecanismos involucrados que se conocen hasta el momento.
Explicación:
espero que te ayude
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1. Seguir una dieta equilibrada
La alimentación es un factor muy importante para el sistema inmunológico. Existe una relación directa entre ambos, ya que si ésta es inadecuada o insuficiente se produce una caída de las defensas, y por el contrario, si es equilibrada y completa, ayuda a mantenerlas en forma o incluso las fortalece. Siguiendo unos consejos alimentarios sencillos nos cargaremos de energía para afrontar la vuelta al trabajo, y en el caso de los niños, la vuelta al colegio.
2. Practicar regularmente ejercicio físico
En general, es preferible practicar algún tipo de ejercicio aeróbico, que permita mover muchas partes del cuerpo a la vez, como nadar o montar en bicicleta. La intensidad del ejercicio ha de ser moderada, esforzarse hasta perder el aliento nunca es recomendable.
Evita el sobreesfuerzo. Si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, debes empezar a practicarlo con moderación, adaptándolo a tu condición física y edad. Progresivamente podrás ir aumentando la intensidad del ejercicio físico, pero siempre evitando cansarte demasiado.
3. Dormir bien y descansar
No debemos olvidar otros dos factores importantes: el descanso nocturno, respetando el tiempo del sueño (entre 6 y 8 horas), ya que algunas de las células de las defensas se producen durante el descanso; y el cuidado de nuestra piel, la barrera física que mantiene a raya las infecciones.
Es importante realizarse una vez al año un chequo médico para controlar tu salud. Los Seguros de MAPFRE Salud incluyen un completo Programa de Medicina Preventiva (consulta, exploración y pruebas diagnósticas) que te ofrecerán una valoración de tu estado de salud y recomendaciones para cuidarte.
Explicación:
algo así