Proyecto para prohibir tareas en el hogar
El proyecto de ley presentado por un grupo de senadores de la Nueva Mayoría con el fin de prohibir las tareas escolares refleja la excesiva simplificación con que se tratan aspectos que requieren de políticas bien pensadas antes que sumarse a iniciativas que carecen de mayor fundamento, como ya sucedió con los llamados a no vacunarse, que también recibieron apoyo de ciertos parlamentarios.
Los autores del proyecto de ley argumentan que las tareas estarían interfiriendo con el tiempo que debiera estar dedicado a la familia y al ocio, y que tras una jornada escolar completa, dedicar tiempo al estudio y trabajo personal sería un exceso. Lo anterior es una preocupación válida, pero cabe preguntarse si la propuesta es la manera más razonable de abordarla. Por ejemplo, mayor flexibilidad en el currículum nacional, que permitiera dedicar parte del tiempo al trabajo individual, o un sistema de transporte público más eficiente también ayudarían a incrementar la cantidad de tiempo dedicado a realizar otras actividades propias de la edad escolar.
Las cifras de la prueba PISA 2012 muestran que todos los países de la OCDE consideran las tareas como parte del trabajo escolar, aunque el tiempo destinado a ellas ha disminuido respecto de lo reportado en 2003. Los datos indican que el tiempo semanal para hacer tareas en Chile es menor al promedio de ese grupo de países y, tal como ocurre en estos, existe una diferencia significativa entre las horas que dedican a estos fines los alumnos de nivel socioeconómico alto y bajo, siendo los primeros quienes destinan más tiempo al trabajo en sus hogares. Hay voces que postulan que eliminar las tareas podría ser una política en favor de la equidad; sin embargo, a la luz de la evidencia ello más parecería una nivelación hacia abajo que, por lo demás, no afectaría a los establecimientos particulares pagados, donde se educan los estudiantes con más oportunidades. Así, es probable que ante la ausencia de tareas, las familias que estén en condiciones de hacerlo, las sustituyan por academias o tutores particulares, aumentando las brechas de aprendizaje.
Es evidente que las tareas significan un costo en términos de tiempo, pero ellas son útiles para desarrollar hábitos, promover el involucramiento de los padres en el proceso formativo de sus hijos y reforzar ciertos aspectos entre los estudiantes que se han visto rezagados, entre otros efectos positivos. Prohibir las tareas por ley no solo iría en contra de la autonomía de docentes y establecimientos educacionales, sino que no ayuda al logro de una educación de calidad y más equitativa. Es por ello que deben ser los mismos establecimientos los que de acuerdo a su proyecto educativo y las preferencias de las familias que lo componen, definan la cantidad y el tipo de trabajo que los alumnos deben realizar en los hogares.
¿Cuál es el propósito comunicativo del texto leído?
A
Describir el tiempo libre de los escolares.
B
Fomentar la creación de leyes bien pensadas.
C
Opinar sobre el contenido de un proyecto de ley.
D
Informar sobre el rol de los padres en las tareas escolares
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¿Cuál es el propósito comunicativo del texto leído?
C. Opinar sobre el contenido de un proyecto de ley.
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