Historia, pregunta formulada por fernandobr831, hace 8 meses

por qué hay algo en vez de nada? :0​

Respuestas a la pregunta

Contestado por agustin12jaimes
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Imaginen el siguiente vídeo. Un hombre está sentado frente a una mesa. Encima de ella hay una caja con 100 dados. El hombre vuelca la caja y los 100 dados caen con la cara del seis boca arriba. ¿Cómo ha podido ocurrir eso?

Vamos a suponer que el vídeo no está trucado. No hay efectos ni montajes ni cortes de ningún tipo. Los dados no están cargados. El vídeo es 100% real.

No hace falta ser matemático para intuir que la probabilidad de que alguien obtenga 100 seises simultáneos al tirar 100 dados es extraordinariamente baja. A escala humana, los científicos suelen desechar este tipo de probabilidades ínfimas considerándolas nulas. Y eso aún no siéndolo en realidad: si dispusiéramos de la eternidad acabaríamos obteniendo 100 seises simultáneos con total seguridad. En un universo espacial y temporalmente infinito todo aquello que no tiene una probabilidad nula de suceder acabará sucediendo en un momento u otro. Si lo prefieren así: todo aquello que no esté prohibido por las leyes de la física acabará ocurriendo con total seguridad en un universo de estas características.

Así pues, las dos únicas explicaciones posibles para el vídeo son las siguientes:

Es magia.

El hombre ha volcado la caja millones de veces hasta conseguir el resultado deseado.

La primera explicación es la de la religión. La segunda, la de la razón científica.

Para entender la enormidad de las cifras que estamos manejando, rebajemos el objetivo. Saquemos 90 dados de la caja y quedémonos con tan solo diez. Aquí entramos ya en terreno amable, ¿cierto?

En realidad, no. Haría falta tirar esos dados una media de 60.466.176 veces para obtener el resultado de diez seises. A cinco segundos por tirada eso supone nueve años y medio de nuestras vidas, 24 horas al día, 365 días del año. Aunque es perfectamente posible tirar los dados durante 20, 30 o 100 años seguidos sin que aparezcan esos diez seises. Al igual que es perfectamente posible obtener el resultado deseado a la primera. Pero yo no apostaría mi dinero por ello.

Por supuesto, jamás veremos un vídeo como el descrito en el primer párrafo. Ni siquiera rebajando nuestras ambiciones a tan solo diez dados.

Sin embargo, y por extraño que pueda parecer, todos nosotros vemos a diario a nuestro alrededor algo mucho más improbable aún que los 100 seises del vídeo. Es el universo. Nuestra realidad.

A eso exactamente se refería Einstein cuando se preguntó si dios tenía otra opción al crear el universo. Y de eso habla el físico y cosmólogo estadounidense Lawrence M. Krauss en su último libro, A universe from nothing. Why there is something rather than nothing, publicado en inglés por la editorial Free Press y en español por nadie.

El título del libro de Krauss, como todo buen título de libro de divulgación científica, es autoexplicativo y no deja espacio para intrigas. Nuestro universo nació de la nada. Más concretamente, de unas leyes de la física que no permiten otra posibilidad que esa: la de un universo sin causa externa que nace espontáneamente de la nada a partir de fluctuaciones cuánticas. El término fluctuación cuántica puede parecer intimidatorio pero en realidad resulta relativamente sencillo de explicar: una fluctuación cuántica es una variación temporal en la cantidad de energía en un punto determinado del espacio.

Contestado por julianacorreahernand
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Respuesta:

El filósofo alemán Leibniz se preguntó en el siglo XVII por qué hay algo en lugar de nada. Es decir, ¿cuál es la causa de que el universo exista? ¿De dónde salen todas esas estrellas, planetas y nosotros mismos? ¿No sería más fácil y sencillo que no hubiera nada en absoluto? Al fin y al cabo, y como decía Woody Allen, “la nada eterna no está mal, si llevas la ropa adecuada”.

La respuesta de Leibniz era la usual en su época: hay algo porque Dios lo creó y Dios se creó a sí mismo. Aunque se trata de una explicación que deja el asunto relativamente zanjado, no es excesivamente popular hoy en día. No solo porque se intenten buscar explicaciones seculares a cómo es y cómo funciona el mundo, sino porque en realidad tampoco responde a la pregunta, ya que seguimos sin saber por qué Dios es como es y no de otra forma.

Explicación:

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