Historia, pregunta formulada por lauriscami12owwsg2, hace 1 año

por que habia tantos italianos entre los exploradores de cristobal colon

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Contestado por Gabriprax
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Navegante nacido, muy probablemente, en Génova hacia 1451, año que ha podido fijarse por un documento del 31 de octubre de 1470 en que Cristóforo Colombo se declara mayor de diecinueve años, y por otro de 25 de agosto de 1479 -documento Assereto- en el que declara tener veintisiete años o cercano a esa edad. Falleció en Valladolid durante 1506. Su vida está llena de problemas, debidos en parte a las ocultaciones o tergiversaciones de él mismo y de su primer biógrafo, su hijo Hernando Colón, que, para disimular su origen plebeyo, dejó en la oscuridad a su patria y familia. Para todos sus coetáneos, Colón fue indudablemente genovés, o italiano al menos; él, en sus documentos, se considera extranjero en España y muestra predilección por los italianos y, concretamente, por Génova; sin embargo, el único documento en que declara ser genovés es la institución de mayorazgo de 22 de febrero de 1498. Su lugar de nacimiento ha suscitado dudas por conocerse tan sólo en copias -utilizadas durante los pleitos colombinos- y ofrecer ciertas dificultades; los enemigos de la oriundez genovesa han recusado este documento y se ha supuesto falsificación hecha a raíz de los pleitos. La confirmación real del mismo, en Simancas, está incompleta, por lo que no se puede comprobar la identidad del texto, aunque muchos historiadores aceptan su validez y otros tantos le achacan orígenes la mar de pintorescos como Cataluña, Extremadura, Grecia, o el hebraico, que le asigna Salvador de Madariaga.

De su adolescencia en Génova quedan seis documentos en que se le cita con su padre entre 1470 y 1473, apareciendo en 1472 en Savona y llamándosele en uno lanero o tejedor. Sin embargo, se cree que ya navegaba antes, como grumete o en viajes comerciales, pues, según su hijo Hernando, empezó a hacerlo desde los catorce años, aunque él mismo afirmaba en 1492 que hacía veintitrés, es decir, desde 1469; probablemente no iba como marino, sino como agente de casas comerciales genovesas.

Colón residió en Portugal (1476-84), donde continuó como agente comercial, representando a la casa de Centurione que le encomendó en 1478 una compra de azúcar en Madeira. En 1479 lo encontramos en Génova por última vez. Desde Portugal, efectuó varios viajes, incluso a países lejanos como Inglaterra o Islandia en el año 1477. Otros viajes los realizaría a Guinea en buques portugueses. En Portugal contrajo matrimonio con Felipa Moniz, hija de Bartolomé Perestrello, oriundo de Piacenza, capitán donatario y colonizador de la isla de Porto Santo (Madeira). La boda se celebraría hacia 1478 ó 79 (Ballesteros sitúa la fecha en 1476) y en adelante residiría Cristóbal en Porto Santo durante algunas temporadas, y en donde nacería su hijo Diego. Allí, imaginariamente, examinaría Cristóbal los papeles y mapas de su suegro y tendría noticia de la ubicación de supuestas tierras en el Atlántico, hacia el Occidente, de islas imaginarias, de viajes portugueses hacia ellas.

Su idea siempre fue la de pretender llegar a Oriente por el Occidente y para ello solicitó, sin éxito, la ayuda de Juan II de Portugal, que se había convertido entonces en el foco de las más activas navegaciones, en pleno ambiente de descubrimientos y en centro del saber náutico y cosmográfico de su época. El fundamento decisivo sería el conocimiento de Cristóbal de la carta de Toscanelli a Martins y la correspondencia que entabló con el cosmógrafo florentino. Colón, hombre dotado de aguda inteligencia aunque autodidacta, sí se mostraría como un excelente marino conocedor de vientos y corrientes del Atlántico.

Las bases teóricas o científicas de Cristóbal Colón radicaban en la esfericidad de la tierra, universalmente admitida en el siglo XV; en la unicidad del océano, que bañaba, por tanto, lo mismo las costas occidentales de Europa que las orientales de Asia y en la posibilidad de atravesarlo, como ya lo anunciara Séneca -en contraste con la ruta oriental que buscaban los portugueses- y por fin, en las dimensiones que atribuía al globo, al ecumene o parte sólida y al grado del círculo terrestre. Sus conocimientos en este campo procedían todos de segunda mano y de unas pocas lecturas en que se hallaban compiladas teorías y noticias de autores antiguos y medievales. Esos libros eran los de Marco Polo (publicado hacia 1485), con su revelación de un maravilloso Extremo Oriente; la Imago Mundi, de Petrus Alliacus (el cardenal Pedro de Ailly, 1350-1420), publicada en Lovaina entre 1480 y 1483; la Historia rerum ubique gestarum, de Eneas Silvio Piccolomini (papa Pío II), publicada en Venecia en 1477 (más tarde la Historia Natural de Plinio, 1489), libros conservados en la Biblioteca Colombina, que Cristóbal leyó repetidas veces y anotó en los márgenes con centenares de notas, en la que resulta difícil distinguir las diversas manos que intervinieron en ellas. Otras obras importantes para Colón fueron las de Ptolomeo, Aristóteles, Eratóstenes, Plinio, Estrabón, Marino de Tiro, Averroes, Alfragano, y un largo etcétera.

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