¿Por qué estamos llamados a vivir «según el modelo de la comunión divina»?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Llamados a vivir en Comunión
La globalización, expresión de este cambio de época en que vivimos, implica una cultura de individualismo exasperado, desvanece la concepción integral del ser humano, su relación con el mundo y con Dios, centrando el desarrollo social y personal en los derechos individuales y subjetivos, debilitando los vínculos comunitarios. Se deja de lado la preocupación por el bien común para dar paso a la realización inmediata de los deseos de los individuos (DA 44).
Las nuevas generaciones son las más afectadas. Crecen en la lógica del individualismo pragmático y narcisista, que suscita en ellas mundos imaginarios especiales de libertad e igualdad (DA 51). Emerge la subjetividad que acaba por erigir el individualismo como característica dominante de la actual sociedad (DA 479).
En lo religioso, esta cultura fomenta una búsqueda individual y en solitario de la plenitud y del sentido de la existencia; afirma la posibilidad de la salvación y plenitud humana sin instituciones religiosas, sin relaciones sociales y sin Iglesia (DA 156). Ante el individualismo, Jesús convoca a vivir y caminar juntos. La vida cristiana sólo se profundiza y se desarrolla en la comunión fraterna. Jesús nos dice “uno es su maestro, y todos ustedes son hermanos” (Mt 23, 8) (DA 110)
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