¿Por que, a pesar de que tras la derrota de Napoleon se restablecio la monarquia en francia, se puede afrmar que la revolucuion Francesa no fracaso totalmente?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
rancia no era una pequeña ciudad−Estado a la manera de la polis ateniense sino una vasta nación con muchas ciudades dentro. Como le resultaba materialmente imposible lograr la reunión cotidiana de los ciudadanos en una ecclesia, la democracia directa al estilo griego no funciona. El problema fue que no se les protegió contra una asamblea que pretendía ser la voluntad de los ciudadanos, cuando en verdad sólo debía representarlos. Esto resultó no sólo una dictadura, sino la más feroz de ellas, además del pánico que generaba el cerco militar al que habían sometido a Francia las monarquías europeas.
Los moderados con Mirabeu al frente, NO imaginaron el cambio de Francia de monarquía absoluta a democracia absoluta (como lo hacían los jacobinos) sino a una monarquía parlamentaria como la inglesa. Pero fracasó el proyecto de Mirabeu: Decapitaron al Rey Luis XVI y después de un tiempo de terror surgió el Imperio Napoleónico, convirtiéndose en la Roma Imperial de Napoleón, personaje que pretendía dominar Europa y ser coronado delante del Papa en Roma pero cuando el Papa le iba a poner la corona, Napoleón se la quitó de las manos y se la puso él solo indicando sus pretensiones de poder.
En 1815 se derrota en Waterloo a Napoleón y la situación francesa volvió a sus inicios. El
legado de la Revolución Francesa, según Kant, no ha sido el recuerdo de su errática trayectoria sino la impresión que produjo en la audiencia mundial que tenía noticias de ella, modificando para siempre los ideales políticos de la Humanidad. De la Revolución Francesa en adelante, el ideal de la democracia ya no nos abandonó.
La Democracia Contemporánea: Las Olas Democráticas.
Según Huntington, la olas democráticas han sido tres:
Primera Ola democrática (1828−1922): Se inicia cuando Estados Unidos dejó atrás la república aristocrático−democrática durante la presidencia de Jackson. Se expandió por Inglaterra y el resto de Europa a través del derecho a votar. Argentina se sumó en 1912 con el electorado masculino. Esta primer hola dio un total de 29 naciones democráticas.
Primera contra-ola autoritaria (1922−1944): Se inició con la marcha de Mussolini sobre Roma, se amplió con el nazismo y el facismo y Argentina dejó la democracia a causa de un golpe de Estado en 1930. El número de naciones democráticas disminuyó hasta 12.
Segunda ola democrática (1944−1962): Tras la Segunda Guerra Mundial, grandes naciones autoritarias como Alemania, Japón e Italia, entre otras muchas naciones, ejercieron la democracia. En total fueron 36 naciones.
Segunda contra-ola autoritaria (1962-1973): Se dio a causa del auge del militarismo afectando en especial a América Latina dando como resultado 30 naciones democráticas.
Tercera ola democrática (1974-¿hasta cuándo?): Fue en esta ola cuando Portugal dejó el autoritarismo y en 1975 también lo hizo España. Argentina en 1983, Brasil en 1985, Chile en 1990. En este año, sumaron 58 naciones democráticas.
¿Tercera contra-ola autoritaria? (¿cuándo?): En 1991, Huntington publicó su libro preguntándose si se iniciaría otra contra-ola autoritaria. Hasta el 2000, las dificultades que experimenta la democracia con países latinoamericanos como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Paraguay parece avalar el temor de la contra-ola.
Conclusión.
La historia de la democracia plantea dos formas de concebirla: como evolutiva (la de Roma) y como utopía (la de Atenas). En tanto Atenas le quedaba a Roma cada día más lejos porque se hundía en el pasado, a las repúblicas democráticas contemporáneas les queda cada día más cerca, en un futuro que ya no es tan borroso gracias al “achicamiento” del mundo mediante las computadoras, los satélites y el Internet.
Podemos comunicarnos unos con otros a lo largo y ancho del mundo pero, si bien tenemos noticias unos de otros como no las habíamos tenido, no estamos físicamente en presencia unos de los otros como en el agora (feria y plaza pública de los atenienses) o en la ecclesia, sino a través de una pantalla.
Respuesta:
Francia no era una pequeña ciudad−Estado a la manera de la polis ateniense sino una vasta nación con muchas ciudades dentro. Como le resultaba materialmente imposible lograr la reunión cotidiana de los ciudadanos en una ecclesia, la democracia directa al estilo griego no funciona. El problema fue que no se les protegió contra una asamblea que pretendía ser la voluntad de los ciudadanos, cuando en verdad sólo debía representarlos. Esto resultó no sólo una dictadura, sino la más feroz de ellas, además del pánico que generaba el cerco militar al que habían sometido a Francia las monarquías europeas.
Los moderados con Mirabeu al frente, NO imaginaron el cambio de Francia de monarquía absoluta a democracia absoluta (como lo hacían los jacobinos) sino a una monarquía parlamentaria como la inglesa. Pero fracasó el proyecto de Mirabeu: Decapitaron al Rey Luis XVI y después de un tiempo de terror surgió el Imperio Napoleónico, convirtiéndose en la Roma Imperial de Napoleón, personaje que pretendía dominar Europa y ser coronado delante del Papa en Roma pero cuando el Papa le iba a poner la corona, Napoleón se la quitó de las manos y se la puso él solo indicando sus pretensiones de poder.
En 1815 se derrota en Waterloo a Napoleón y la situación francesa volvió a sus inicios. El legado de la Revolución Francesa, según Kant, no ha sido el recuerdo de su errática trayectoria sino la impresión que produjo en la audiencia mundial que tenía noticias de ella, modificando para siempre los ideales políticos de la Humanidad. De la Revolución Francesa en adelante, el ideal de la democracia ya no nos abandonó.
La Democracia Contemporánea: Las Olas Democráticas.
Según Huntington, la olas democráticas han sido tres:
Primera Ola democrática (1828−1922): Se inicia cuando Estados Unidos dejó atrás la república aristocrático−democrática durante la presidencia de Jackson. Se expandió por Inglaterra y el resto de Europa a través del derecho a votar. Argentina se sumó en 1912 con el electorado masculino. Esta primer hola dio un total de 29 naciones democráticas.
Primera contra-ola autoritaria (1922−1944): Se inició con la marcha de Mussolini sobre Roma, se amplió con el nazismo y el facismo y Argentina dejó la democracia a causa de un golpe de Estado en 1930. El número de naciones democráticas disminuyó hasta 12.
Segunda ola democrática (1944−1962): Tras la Segunda Guerra Mundial, grandes naciones autoritarias como Alemania, Japón e Italia, entre otras muchas naciones, ejercieron la democracia. En total fueron 36 naciones.
Segunda contra-ola autoritaria (1962-1973): Se dio a causa del auge del militarismo afectando en especial a América Latina dando como resultado 30 naciones democráticas.
Tercera ola democrática (1974-¿hasta cuándo?): Fue en esta ola cuando Portugal dejó el autoritarismo y en 1975 también lo hizo España. Argentina en 1983, Brasil en 1985, Chile en 1990. En este año, sumaron 58 naciones democráticas.
¿Tercera contra-ola autoritaria? (¿cuándo?): En 1991, Huntington publicó su libro preguntándose si se iniciaría otra contra-ola autoritaria. Hasta el 2000, las dificultades que experimenta la democracia con países latinoamericanos como Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Paraguay parece avalar el temor de la contra-ola.
La historia de la democracia plantea dos formas de concebirla: como evolutiva (la de Roma) y como utopía (la de Atenas). En tanto Atenas le quedaba a Roma cada día más lejos porque se hundía en el pasado, a las repúblicas democráticas contemporáneas les queda cada día más cerca, en un futuro que ya no es tan borroso gracias al “achicamiento” del mundo mediante las computadoras, los satélites y el Internet.
Podemos comunicarnos unos con otros a lo largo y ancho del mundo pero, si bien tenemos noticias unos de otros como no las habíamos tenido, no estamos físicamente en presencia unos de los otros como en el agora (feria y plaza pública de los atenienses) o en la ecclesia, sino a través de una pantalla.
Explicación: