párrafo con las palabras: agua,bacteria,orina, riñones, urea, planta, toxina, desecho, alcaloide
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las consultas en los Servicios de Urgencias Pediátricos han experimentado un discreto aumento en los últimos años. Si bien la mayor presencia de tapones de seguridad y la mejor educación sanitaria de las familias parecían justificar un descenso en el número de consultas en los Servicios de Urgencias Pediátricos, en los últimos años se ha registrado un mayor
número de consultas por intoxicaciones etílicas con fin recreacional.
Las consultas por una posible intoxicación suponen alrededor del 0,3%
de los episodios registrados en los Servicios de Urgencias Pediátricos hospitalarios de nuestro entorno.Afortunadamente, la mayoría de las veces se trata
de contacto accidental con sustancias no tóxicas en la cantidad ingerida por
el niño, que precisan escasa actuación del pediatra (20% de las sospechas
de intoxicación en nuestro medio reciben el alta del Servicio de Urgencias sin
precisar ningún tipo de exploración complementaria ni tratamiento). Ocasionalmente, sin embargo, el contacto con un tóxico puede provocar una situación de riesgo vital. Entre el 5-10% de las consultas por intoxicación en nuestro medio se producen por contacto con sustancias altamente tóxicas. Es
por esto que la sospecha de intoxicación sigue generando gran angustia en
las familias y cierta incomodidad en el profesional que las atiende.
En los últimos años se detectan signos de cierta preocupación. Los
pacientes tardan menos tiempo en acudir a Urgencias y disminuye el porcentaje de aquellos que reciben tratamiento pre-hospitalario. Este es un
hecho preocupante ya que el tratamiento pre-hospitalario del paciente intoxicado es probablemente más importante que el recibido en el hospital.
LOS PACIENTES
Podemos diferenciar 2 grandes grupos de pacientes que consultan por
una posible intoxicación:
– Preescolares-escolares por debajo de los 5 años de edad: constituyen el grupo más numeroso, en el que las intoxicaciones presentan las
siguientes características:
2.1
Epidemiología de las intoxicaciones
en Pediatría
S. Mintegi Raso, B. Azkunaga Santibáñez, I. Bizkarra Azurmendi,
L. Del Arco León
2. Manejo general
- No voluntarias.
- Habitualmente en el hogar.
- De consulta cuasi-inmediata.
- Los niños suelen estar asintomáticos.
- El tóxico es conocido.
- El pronóstico en general es favorable.
– Adolescentes, cuyas intoxicaciones se distinguen por:
- Ser intencionales (generalmente con intención recreacional y, menos,
suicida).
- Muchas veces, fuera del hogar.
- Consultar con tiempo de evolución más prolongado.
- Generar síntomas con mucha frecuencia.
- El tóxico no siempre es conocido.
- Manejo más complejo.
Un grupo aparte, de muy escaso volumen pero de gran importancia,
lo constituyen las intoxicaciones intencionadas con fines homicidas o aquellas que suceden en el contexto de un maltrato.
Aunque globalmente no hay diferencias en cuanto al sexo, según nos
acercamos a la adolescencia predomina el sexo femenino.
LAS FAMILIAS
La mayoría de las familias que acuden a los Servicios de Urgencias Pediátricos de nuestro entorno lo hacen por procesos poco evolucionados. Esta
premura en la consulta es aún mayor en el caso de tratarse de familias de
niños pequeños con sospecha de intoxicación. Estas familias llaman al Servicio de Emergencias, Centro Nacional de Toxicología, acuden al Centro
de Atención Primaria o acuden al Servicio de Urgencias Hospitalario más
cercano de forma cuasi-inmediata (en el caso de las intoxicaciones no voluntarias, el 80% dentro de las 2 primeras horas tras contacto con el tóxico).
Esto facilita el manejo, sobre todo con respecto a la descontaminación gastrointestinal.
LOS TÓXICOS
Los tóxicos con los que contactan los niños varían enormemente en función de la edad y del tipo de intoxicación. Los fármacos son globalmente el
tipo de tóxico más frecuentemente implicado en las intoxicaciones pediátricas (50% del total). Un 2º gran grupo lo forman los productos del hogar,
y por detrás están el etanol y el monóxido de carbono. Estos porcentajes
han cambiado en los últimos 10 años si analizamos el tipo de tóxico según
la edad (Tabla I)