opinión crítica de el 3 capitulo de el coronel no tiene quien le escriba
para ya doy coronita y muchos puntos
porfis
Respuestas a la pregunta
.En este capítulo, la espera de la pensión transforma al coronel. Habituado a ocupar un rol pasivo de esperanza y resignación, la situación precaria lo arroja al límite y lo empuja a enfrentar a su abogado en pos de encontrar una solución alternativa a la cuestión de la pensión, que ya lleva quince años sin ninguna respuesta por culpa de la burocracia local. Sin embargo, es interesante registrar que el coronel es consciente de su propia miseria cuando nota que el gallo comienza a quedarse sin nada para comer. La riña de gallos está también íntimamente ligada a la tierra natal de García Márquez: en la costa atlántica de Colombia, como en toda la región del Caribe, es un deporte popular. Preocupado por el estado del animal, se alivia cuando confirman que está en estado óptimo para pelear. En este punto, el gallo acaba determinando el ánimo del coronel: “Esa misma tarde, cuando los compañeros de Agustín abandonaron la casa haciendo cuentas alegres sobre la victoria del gallo, también el coronel se sintió en forma” (p. 34). En este sentido, el recuerdo de su hijo difunto y el buen estado del gallo condicionan absolutamente el bienestar del hombre y lo conducen a una realidad anestesiada en donde puede olvidar, aunque sea por un instante, sus miserias y sufrimientos.Sin embargo, el narrador nos advierte que este estado es efímero y aclara: “Ya no quedaba en la casa nada que vender, salvo el reloj y el cuadro” (p. 34). A pesar de los gastos que implica mantener al animal, el matrimonio no concibe desprenderse de él; en parte por su significado familiar, pero también por la esperanza de que pueda pelear y finalmente recompensar a sus dueños. Cuando su esposa le recuerda la gravedad de la situación económica, el coronel confía en que el viernes, una vez más, llegará el correo y con él, el anuncio de la pensión.
El relato de la espera es abordado por un narrador que sigue al coronel en su caminar errante por el pueblo; la vida cotidiana del coronel está organizada en torno al correo y el hombre sale a la calle únicamente con la esperanza de haber recibido la carta. Las noticias llegan en lanchas al puerto, espacio que representa la conexión entre el pueblo y el mundo exterior. Aunque el pueblo se sirve de una lancha para distribuir las cartas, el resto del mundo utiliza el avión como método de distribución de la información. Estos dos vehículos encarnan también a una sociedad anclada en un tiempo anterior, incapaz de progresar materialmente; los aviones no llegan al pueblo y, por ende, las noticias se demoran. El coronel, inmerso en su pueblo, vive en una temporalidad suspendida, en la que no llegan las nuevas velocidades de la modernidad. En este sentido, no es casual que el personaje comente en una conversación con el médico mientras esperan la lancha que "Dicen que [el avión] puede llegar a Europa en una noche” (p. 34). Al coronel siempre le queda esperar una semana más, encerrado en el pueblo que parece impermeable al cambio. Destaca la velocidad del avión como si el progreso fuera un fenómeno ajeno al pueblo, como si la modernidad estuviese desarrollándose en otra parte.
Explicación: