Historia, pregunta formulada por Alisson17F, hace 1 año

necesito un ensayo que trate sobre la pandemia del covid 19 o sobre la salud mental del ser humano... :(
(AYUDA PORFAVOR)​

Respuestas a la pregunta

Contestado por allisonsilva106
5

Respuesta:

ensayo trata sobre la pandemia de covid

Explicación:

espero que te sirva

dame un corazoncito

Adjuntos:
Contestado por fabriziocosio2008
0

Respuesta:

Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna temática sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los próximos años debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información que aun hoy tenemos sobre la apisonadora que ha triturado nuestro estilo de vida. Pues bien, he seleccionado, de entre las innumerables que podríamos estudiar, cuatro narrativas. En concreto, la pandemia como refriega entre neokantianos y utilitaristas; como datificación de rebaño; como ajuste de cuentas epistemológico y como singularidad española. Con este análisis podremos interrelacionar, aunque sea de forma breve, las implicaciones éticas, jurídicas, políticas y científicas de una historia que recién ha comenzado.

Palabras clave: pandemia; triaje; biotecnología; datificación; derechos fundamentales; toma de decisiones

Han sucedido tantas cosas, y en tan poco tiempo, que no resulta fácil seleccionar alguna temática sin dejarnos fuera otras igualmente relevantes. Probablemente nos pasaremos los próximos años debatiendo sobre lo acontecido, entre otros motivos, por la escasa información que aun hoy tenemos sobre la apisonadora que ha triturado inmisericordemente nuestro estilo de vida.

Las imágenes de los camiones militares llevándose cadáveres de las ciudades italianas, las de nuestro personal sanitario protegiéndose con bolsas de basura, las fosas comunes en Nueva York, el "todo va a salir bien" de los murales infantiles, las colas del hambre, o la incredulidad de los ancianos que agonizaban en la más absoluta soledad, nos han despertado de la nebulosa de aparente seguridad en que hemos vivido, al menos en Occidente, en las últimas décadas.

Sin duda, las narrativas tecno-utópicas han servido de poderoso narcótico colectivo, de ahí la dureza con que nos ha cimbreado la realidad. En efecto, a lo largo de estos años, una legión de propagandistas nos ha deslumbrado con sus predicciones de ciudades inteligentes, nano-robots, medicina personalizada, inteligencia artificial, big data, etc., que nos darían el cobijo y la protección propia de una guardería. Sin embargo, en esta hora de la verdad, nos hemos visto obligados a emplear técnicas propias del medievo, convirtiendo en pesadilla nuestros sueños de dominio de la naturaleza. De ahí que no hagamos más que restregarnos los ojos.

He seleccionado cuatro temáticas interconectadas entre sí que nos permitirán analizar diferentes fractales de una misma realidad. En concreto, el primer apartado lo dedicaremos a la ética de la toma de decisiones en situaciones de triaje; el segundo, a las implicaciones para nuestras libertades del acelerado proceso de datificación al que hemos asistido; el tercero, a reflexionar sobre el papel jugado por la biotecnología a la hora de contrarrestar las propuestas que implican, tácita o encubiertamente, un darwinismo social; y el último, a la singularidad, o especificidad folclórica, del confinamiento español.

2. Pandemia como refriega entre neokantianos y utilitaristas

El principal motivo por el que nos hemos confinado de forma masiva ha sido no asistir a una confrontación, no precisamente dialéctica, entre dos de las principales escuelas filosóficas, neokantianos y utilitaristas.

En efecto, en los casos más graves, el coronavirus coloniza los pulmones de sus víctimas, hasta el punto de no poder respirar por sí mismas. Para ganar tiempo, estas personas son intubadas y conectadas a unos respiradores que generan el movimiento de los pulmones de forma artificial hasta que el organismo logre recuperarse. En España, en el momento del colapso no llegábamos a cinco mil respiradores para cerca de cincuenta millones de personas1, más o menos como Italia, y bastante por debajo de Alemania, con veintiocho mil. Este dato implica que, una vez ocupados los respiradores por cinco mil personas, cantidad que fácilmente podía ser rebasada en un solo día, los siguientes potenciales usuarios no podrían ser atendidos.

Por ello, hemos preferido hundir nuestra economía antes que asistir el desesperante espectáculo de contemplar cómo la gente se asfixiaba sin que pudiéramos hacer nada por ellos, fuesen familiares, vecinos o desconocidos. De hecho, junto al número de contagiados y fallecidos, la gente miraba de reojo el número de respiradores que quedaban libres en su ciudad o región. Con todo lo duro que ha sido el confinamiento o la destrucción de los puestos de trabajo, pocas cosas minaban más la moral colectiva que saber que de nada serviría acudir a un hospital si no quedaban respiradores libres.

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