muertes o casi muertes más tontas del mudo:
doy corona
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Muerte por mala memoria
1. las muertes más absurdas - jack daniel
Seguro que el nombre de Jack Daniel te resulta familiar. Lo has visto más de una vez en la etiqueta del bourbon más conocido del mundo. El bigotudo fundador de la destilería obtuvo su ridículo destino final en 1911 tras una simple infección en el dedo gordo del pie.
¿Y cómo se la produjo? Aquí viene la parte absurda del asunto. Resulta que al ir a abrir su caja fuerte se olvidó de la combinación y la rabia que eso le produjo le llevó a dar una patada al pesado armatoste lo que ocasionó la herida que a la postre le costaría la vida. ¿Podría quizá haber prevenido la infección aplicando un poco de su propio producto? Ah, la ironía...
2.muerte por ataque de risa
Si crees que esas agujetas en la tripa son lo peor que te puede pasar después de pegarte un buen atracón de risas con las hilarantes ocurrencias de los redactores de Esquire, atento a esta historia. Crisipo de Solos fue un filósofo griego, máxima figura de la escuela estoica antigua, que murió en el 206 aC, víctima de un ataque de risa tras ver a un burro comerse unos higos.
Se cuenta que a continuación dijo "ahora dale al burro una copa de vino puro para acompañar los higos", lo que le resultó tan gracioso que dobló la servilleta allí mismo. Una versión mucho más aguafiestas relata que Crisipo fue presa de vértigos al haber bebido vino sin diluir en una fiesta, y murió poco después. Pero obviamente no le haremos ni caso.
3.muerte barbuda
Aunque no puedas juzgarlo por la foto, dado que hemos elegido a un señor diferente con una magnífica barba para ilustrar este apartado, Hans Steininger –allá por el siglo XVI– también tenía una tremenda cantidad de vello facial. Tanto que su barba, de casi metro y medio de largo, aún se expone en un museo en su Austria natal, concretamente en Braunau am Inn, conocida también por ser el lugar de nacimiento de Hitler.
Hans, a la sazón burgomaestre de la ciudad, llevaba su barba cuidadosamente enrollada en un bolsillo pero una noche de 1567 se desató un fuego en la ciudad, lo que hizo que nuestro protagonista tratara de huir apresuradamente de su casa, tropezara con su larga barba desenrollada y cayera rompiéndose el cuello. ¡Ouch!
4.Muerte por inmortalidad
Seguro que has oído hablar de los Soldados de Terracota, destinados a proteger al emperador Qin en la otra vida. Lo que quizá desconoces es lo que hizo que el tal emperador pasara a mejor vida, que fue, irónicamente, su obsesión desesperada por burlar a la muerte.
Durante sus últimos años, Qin envió emisarios por toda China para encontraran un "elixir de la vida" que le diera la eterna juventud. Obviamente, cayó víctima de varios "cuentos chinos" –disculpa la broma– con ladinos médicos y alquimistas que le vendieron falsas medicinas que claramente no le hicieron inmortal. Hasta que al final, uno de esos tunantes le endosó al parecer unas pastillas de mercurio que sin dilación le causaron la muerte.
Como bonus grotesco, ya que el fallecimiento del emperador aconteció en plena gira por provincias, su primer ministro Li Si –que temía que la noticia causara una revuelta antes de que puideran volver a la capital– estuvo paseando su cadáver en un carro de pescado para enmascarar el olor, ¡durante dos meses!