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Respuestas a la pregunta
- Respuesta:
- Santa Rosa de Lima:
- Los santos son los hombres y mujeres que han hecho de sus vida una constante y alegre entrega al Señor. Descubra sus luchas interiores y la fe que los llevó a entregar su vida a Jesús. Hoy Presentamos a Santa Rosa de Lima.
- Preguntas que te pueden interesar:
- ¿Qué reflexión nos da la historia de Santa Rosa de Lima?
- En ese sentido, el ejemplo de Santa Rosa de Lima nos lleva a pensar que orar y alabar a Dios debe ser parte de nuestro día a día, pues solo mediante una constante comunicación con Él, podemos sentir su presencia, su bondad y su amor.
- ¿Cómo se flagelaba Santa Rosa de Lima?
- Llevaba cilicios en torno de los miembros y se flagelaba a menudo; cuentan sus hagiógrafos que en una ocasión trató de infligirse cinco mil golpes en un lapso de ocho días, a imitación de la pasión de Cristo.
- ¿Por qué la llamaron Santa Rosa?
- Aunque había sido bautizada como Isabel Flores de Oliva, en la confirmación recibió el nombre de Rosa, apelativo que sus familiares empleaban prácticamente desde su nacimiento por su belleza y por una visión que tuvo su madre, en la que el rostro de la niña se convirtió en una rosa.
- ¿Por qué se celebra el 30 de agosto a Santa Rosa?
- La fiesta de Santa Rosa de Lima se introdujo en el calendario general romano en el año 1727. Si bien, la patrona de la Policía Nacional del Perú, falleció un 24 de agosto, la fecha de celebración se introdujo el 30 de agosto, por ser el día más cercano al aniversario de su muerte.
- ¿Qué día recordamos a Santa Rosa de Lima?
- Por sus excelentes virtudes religiosas, la Policía Nacional del Perú y otras instituciones adoptaron a Santa Rosa de Lima como Celestial Patrona y Protectora, celebrando cada 30 de agosto el “Día de Santa Rosa de Lima y de la Virtud Policial”.
Respuesta:
Cada 30 de agosto conmemoramos la festividad de Santa Rosa de Lima, considerada como patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas, además de ser la fiel representante de las enfermeras peruanas y de la policía nacional, quienes le rinden homenaje año a año.
Su nombre verdadero fue Isabel Flores de Oliva, pero su madre comenzó a llamarla “Rosa” cuando descubrió que su rostro iba luciendo sonrosado y poseía una gran belleza a medida que la pequeña iba creciendo. Entonces, el arzobispo de la época, Santo Toribio de Mogrovejo, le puso ese apelativo, luego de impartirle el sacramento de la Confirmación.
Santa Rosa de Lima tuvo diversos momentos en su vida dignos de admirar y recordar. Uno de ellos, por ejemplo, se dio cuando rezaba ante la Virgen María y le pareció escuchar al Niño Jesús decir: “Rosa, conságrame a mí todo tu amor”. Desde ese momento, su inclinación por orar y meditar se incrementó.
Otro suceso ocurrió cuando oraba de rodillas ante la Virgen para poder descubrir si debía ingresar a un convento o no. Sin embargo, al tratar de levantarse, no pudo y entendió el mensaje que María le quería transmitir. Es así como Rosa de Lima no fue una religiosa, sino que consagró su vida a Dios como laica.
Una antigua tradición explicaba que Santa Rosa de Lima era amiga de San Martín de Porres. La patrona de la Policía Nacional del Perú solía salir de su ermita e ir a la iglesia de la Virgen del Rosario para cuidar de las personas enfermas. Es allí donde habría conocido al tan querido “santo de la escoba”.
Seguramente uno de los recuerdos más conocidos de la primera santa de América son sus penitencias. Algunas de ellas estuvieron relacionadas con el ayuno continuo y el descanso en tablas. Al realizarlas, Rosa de Lima miraba el crucifijo y recordaba, por ejemplo, la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y resistir, todo por amor a Dios.
La vida de Santa Rosa de Lima es considerada como un ejemplo a seguir, principalmente, porque tuvo muchas virtudes que puso en práctica con Dios y con sus semejantes. Precisamente, el Cardenal Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI), durante su visita a nuestro país en 1986, resaltó tres puntos importantes sobre ella.
El primero es la oración, entendida “no como una recitación de fórmulas, sino como un dirigirse interiormente al Señor, como estar en su luz, como dejarse incendiar por su fuego santo”. La capacidad para comunicarse con Dios era parte de la vida misma de Rosa, pues ella lograba orar, incluso, cuando realizaba sus labores diarias.
Explicación: