modificaciones de la cultura ecuatoriana
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Actualmente, con la nueva concepción del mundo moderno, altamente tecnológico y sofisticado, se habla mucho del cambio cultural de la población, y nuestro país no es la excepción; es así que el Presidente, en sus enlaces sabatinos e intervenciones oficiales y ruedas de prensa, inculca insistentemente esta postura, que es prácticamente un cambio de mentalidad. Es decir, pasar de la conformidad, mediocridad e inercia en nuestras actitudes diarias frente a la vida a una actitud más práctica, pragmática, más positiva y productiva, que permita dar soluciones, si no inmediatas pero más viables a los problemas del diario vivir, realizadas por nosotros mismos sin esperar necesariamente la ayuda estatal, oficial o de autoridad alguna.
Cambiar culturalmente a una sociedad no es fácil, es un proceso lento y complicado debido a que las costumbres y tradiciones están arraigadas e impregnadas en nuestra formación y educación; pero se puede hacer un esfuerzo justificado para adoptar nuevas posturas, nuevas concepciones frente a los conflictos cotidianos, y actuar como verdaderos ciudadanos, o ciudanizando a la población para que tengamos ese poder de resolución frente a situaciones que estén a nuestro alcance. Esto permitirá alcanzar un gran poder de participación ciudadana elevando nuestro nivel cultural y educativo, y dejando sentadas las bases sólidas para un auténtico progreso individual y colectivo; porque, ¿de qué vale la obra de hierro y cemento, ciudades modernas, el alto nivel de desarrollo tecnológico e informático si no hay un cambio cultural y peor si es bajo nuestro nivel educativo? De nada; porque seguiremos anclados en las cadenas frustrantes y esclavizantes del subdesarrollo constante.
A primera vista se ve fácilmente que la transformación que está sufriendo el aspecto cultural, está directamente relacionada con la globalización económica, la aparición de nueva tecnología, la creación de nuevos conocimientos y la irrupción de paradigmas distintos que barren literalmente nuestras creencias y convicciones más arraigadas. Pero la parte más compleja del asunto es que esta transformación se complica extraordinariamente por la cohabitación cada vez más estrecha de la gran diversidad étnica y cultural en el país. Pero lo importante sería, para evitar conflictos vernáculos, que se respeten siempre la identidad ancestral y plurinacional de estos grupos, para que este nuevo paradigma pueda surtir su efecto no sólo para el bien de un gobierno, que por cierto lo promueve, sino fundamentalmente para el bienestar general del país.
Explicación:
de nd xd