¿Me ayudan por favor? Es un escrito para ahora.
Con la mirada de hoy, cuesta creer que nadie se anticipara al problema, pero en la Montevideo de los 80 un hombre paseaba frecuentemente a una leona en un jeep (a veces junto a dos perros Doberman) sin ninguna medida de seguridad y sin ser advertido o detenido por las autoridades. Se había convertido casi en un espectáculo circense en el Prado, el barrio donde vivía este hombre, ya que la gente solía acercarse al animal e incluso tocarlo. Hasta la prensa de la época recogía la noticia solamente como una curiosidad y llegó a publicar fotos del león rodeado de vecinos (entre ellos niños), sin alertar sobre los problemas de seguridad que representaba. Su dueño, un ciudadano chileno llamado Ángel Cadeo Carrasco, aseguraba que la leona no era peligrosa y que se le habían extirpado las garras, motivo por el que la dejaba en el patio de su casa o en el fondo junto a sus perros, además de pasearla por el barrio. Como era "mansita", según decía, eran muchos los que se acercaban simplemente para no quedar como cobardes.
El 30 de julio de 1983, cuando la leona tenía ya dos años (y un tamaño solo un poco menor al de un ejemplar adulto), su instinto se activó con consecuencias graves para un niño y su familia. Ya de noche, la leona logró saltar la reja de la casa y ganó la calle Luis Alberto de Herrera, cerca del Jardín Botánico y el Parque Posadas. Corrió en dirección a una mujer que, ajena a la situación, llevaba a su hija de dos años en brazos y a su hijo de seis años, que caminaba un poco más atrás. La leona fue directo al niño y lo atacó por detrás, tirándolo al suelo y mordiéndolo al menos dos veces en la cabeza. "Yo sentí que me tumbaban y mi impresión de niño fue que me estaba pasando un pelotón de bicicletas por encima; quizá por eso no tengo el trauma de haber sido atacado por una fiera", cuenta hoy a Montevideo Portal la víctima, Gustavo Silveira, 36 años después.
Su siguiente recuerdo es despertarse en shock, cubierto de sangre, mientras su madre y alguien más lo arrastraban y lo metían en un auto. Recuerda con claridad el viaje en auto a Casa de Galicia y la entrada a la emergencia. Pese a La leona soltó a Gustavo y empezó a perseguir al joven, que corrió y pudo refugiarse en un boliche que estaba cerca. Hoy, Gustavo reconoce que esa es la persona que le salvó la vida, pero no sabría nada más de él entonces y sus caminos no volverían a cruzarse. Al menos hasta 35 años después, en un curioso encuentro casual. Mientras ocurría esto, un policía que pasaba por la zona detuvo a un auto, cuyo conductor llevó a Gustavo al hospital. La leona quedó suelta en el barrio hasta que llegó el dueño (otro reporte asegura que fue la hija del dueño) y logró controlarla. impacto, lo primero que hizo al llegar al hospital fue preguntar si su hermana se encontraba bien, mientras se enteraba de lo que había pasado realmente. Lo que sucedió en el lapso que Gustavo perdió la conciencia y la recobró fue igual de dramático y tuvo como protagonistas a su madre y a un adolescente que pasaba por el lugar. Su madre intentó sacar a la leona de encima de su hijo tomándola por el pelaje, pero al no lograrlo contó con la ayuda de un muchacho que pasaba por el lugar y que tomó a patadas al animal (acompañado de otro hombre que también intentó desviar la atención del animal).
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mucho texto XD
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no entiendo ☹
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