Las fibras, arcilla o barro, leña, agua o lo relacionado para elaborar un producto, se le denomina
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Hornos de alfarería y cerámica en España
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Los hornos de alfarería y cerámica en España son estructuras o fábricas de diversa complejidad, tamaño y apariencia, destinadas a la cocción de piezas de arcilla. El modelo tradicional es un recinto con techo de bóveda provisto de chimenea y una o más bocas para cargar el combustible, habitualmente leña, y los objetos que se quieran cocer.
Cántaros, lebrillos y otras piezas en el exterior de un horno de alfarería de Mota del Cuervo (Cuenca).
La función del horno, la cocción o cochura de material cerámico, es uno de los pasos fundamentales del proceso alfarero, el de mayor sentido mágico y el más determinante en la obtención del producto final.
En la geografía alfarera española existen muy diversos tipos de horno y horneado, desde la simple hoguera u "hornera con hoyo" para la cocción al aire libre (uno de los métodos primitivos ya casi desaparecidos), hasta los hornos alfareros por definición, con dos espacios separados: el hogar o caldera para la combustión y la cámara de cocción donde se hornea la cerámica. Entre ambos existen estructuras de transición de más sencilla fábrica, como el tradicional horno de pan. Asimismo, entre los hornos de doble cámara pueden diferenciarse varios tipos (por ejemplo, "de tiro superior", y "de bóveda y tiro superior"), e independientemente de tal tipología, están los hornos reductores y los hornos oxidantes.[1]
Una lista elemental de hornos de alfarería y cerámica, sus precedentes y otros de tipo evolucionado, incluiría los de botella, de corriente invertida, de pan (o panadero), de túnel, intermitente, o el más sofisticado de tipo kiln. Otras nomenclaturas más populares que técnicas citarían los hornos árabes, moros o morunos,[nota 1] los hornos de "flamberas o flameras" (con la cúpula horadada por muchas chimeneas), los eléctricos en general, etc.[2]