la teoria de copernico y galileo ¿por que fueron considerados hereticos?
Respuestas a la pregunta
Nicolás Copérnico (1473 - 1543) fue un astrónomo de origen polaco y fue el primero que formula la Teoría Heliocéntrica que toma al Sol como centro del universo la cual derrumba la anterior Teoría Geocéntrica hasta esa fecha admitida por la iglesia católica como un postulado irrefutable, donde la tierra era el centro del universo como lo indican las Santas Escrituras.
El italiano Galileo Galilei (1564 - 1642) fue, además, de ingeniero, matemático, filósofo entre otros; un astrónomo importante dela época del Renacimiento que apoyo la teoría heliocéntrica formulada por Copérnico que luego de haber el mismo mejorado el telescopio pudo observar el movimiento de la tierra alrededor del sol y no lo contrario, entrando en conflicto con las autoridades eclesiásticas de la Inquisición de la iglesia católica romana.
En la época que vivieron ambos científicos la religión católica dominaba muchos aspectos de la vida y del mundo político y la Teoría Geocéntrica presentada por Aristóteles era fielmente admitida por el Vaticano como “Santa Palabra”, por eso estos científicos al presentar la Teoría Heliocéntrica propuesta por Copérnico, se colocaban al margen de las autoridades eclesiásticas que prodigaban como una Herejía los postulados copernicanos, toda vez que para la época no pudieron demostrarla con hechos, aunque luego la Academia Científica la adoptó como una realidad comprobada mediante el uso del telescopio y de las matemáticas.
Muchos años transcurrieron hasta que el papa Benedicto XIV en el siglo XVIII admitió que las investigaciones de ambos científicos eran valederas, autorizando las publicaciones de las obras sobre el heliocentrismo y se les rindieron honores incluso con celebraciones religiosas en el propio Vaticano y fue a partir del papado de Pio XII en 1939, cuando en su discurso en la Academia Pontificia de las Ciencias reconoce a Galileo indicando que fue “el más audaz héroe de la investigación... sin miedos a lo preestablecido y los riesgos a su camino, ni temor a romper los monumentos”; luego el papa Juan Pablo II en 1992, pidió perdón por los errores que hubieran cometido los hombres de la Iglesia a lo largo de la historia, reivindicando tanto a Copérnico como a Galilei.