la funcion de la celula sanguinea
Respuestas a la pregunta
La sangre está constituida por un líquido denominado plasma y tres clases de células, cada una de las cuales desempeña una función específica.
Los glóbulos blancos o leucocitos son la defensa del cuerpo contra las infecciones y las sustancias extrañas que pudieran entrar en él. Para defender el cuerpo adecuadamente, es necesario que exista una cantidad suficiente de glóbulos blancos capaces de dar una respuesta adecuada, llegar a un sitio en el que se necesitan y luego destruir y digerir los microrganismos y sustancias perjudiciales. Al igual que todas las células sanguíneas, los glóbulos blancos son producidos en la médula ósea. Se forman a partir de células precursoras (células madre) que maduran hasta convertirse en uno de los cinco tipos principales de glóbulos blancos: los neutrófilos, los linfocitos, los monocitos, los eosinófilos y los basófilos. Una persona produce aproximadamente unos 100.000 millones de glóbulos blancos al día.
Los glóbulos rojos, también llamados hematíes o eritrocitos, se ocupan de transportar el oxígeno desde los pulmones a los tejidos, y de llevar de vuelta el dióxido de carbono de los tejidos hacia los pulmones para su expulsión. Los hematíes dan a la sangre su color rojo característico.
Las plaquetas o trombocitos colaboran en la coagulación de la sangre cuando se produce la rotura de un vaso sanguíneo.
Todas las células de la sangre son el resultado de la diferenciación y maduración de las células madre, también denominadas progenitores hematopoyéticos. En el adulto, las células madre se localizan en la médula ósea, sustancia blanda y esponjosa que se halla en el interior de los huesos.
En condiciones normales, la producción de células sanguíneas tiene lugar de forma controlada, a medida que el cuerpo precisa de ellas. La alteración de este equilibrio origina diversas enfermedades; unas se deben a una insuficiente producción de todas las células sanguíneas (aplasia medular) o de algún tipo específico de las mismas (eritroblastopenias, amegacariocitosis, agranulocitosis); otras son causadas por la producción de células incapaces de realizar las funciones que le son propias y en cantidades insuficientes (síndromes mielodisplásicos) y, finalmente, otras son debidas a la producción de células cancerosas en grandes cantidades (leucemias).
Están constituidas por los tres grupos celulares: eritrocitos, leucocitos y plaquetas, las cuales se producen en la médula ósea, a partir de células madre que se multiplican a gran velocidad.
Las plaquetas y los glóbulos rojos están exentos de núcleo y tienen tamaños, formas y funciones más o menos estándar. Los glóbulos blancos, sin embargo, tienen variadas formas, colores y sus funciones también difieren bastante de una clase a otra. Son las únicas células sanguíneas que pueden cumplir funciones fuera del torrente circulatorio.
Los eritrocitos o glóbulos rojos: son células anucleadas (sin núcleo) con forma de disco bicóncavo, en su interior llevan una sustancia llamada hemoglobina (proteína que contiene hierro), lo que le confiere el color a la sangre, especializados en el transporte de oxígeno (O2) y dióxido de carbono (CO2) entre los tejidos y la circulación pulmonar.
Los leucocitos o glóbulos blancos, llamados así por su color a la exposición del microscopio, son células nucleadas que están principalmente en la sangre y circulan por ella en función de combatir las infecciones o cuerpos extraños; pero en ocasiones pueden atacar los tejidos normales del propio cuerpo. Es una parte de las defensas inmunitarias del cuerpo humano. Los hay de variados tipos y con diversas especializaciones.
Los Trombocitos o plaquetas, son los componentes celulares más pequeños de la sangre. Son células anucleadas encargadas de la primera fase de la coagulación, por lo que sus funciones están limitadas al torrente sanguíneo.