Identificar cuatro posibles acciones turísticas problemáticas. Escriba cuatro reglas convincentes para prevenir cada acción problemática.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1| Utilizar estrategias de precios
Actualmente, los precios apenas se utilizan para influir en los flujos turísticos. Las colas y aglomeraciones se consideran un problema logístico y no un indicador de que falta planificación. Cuando se producen, la reacción suele ser buscar formas de aumentar la capacidad. Sin embargo, los precios podrían ser una poderosa herramienta para conseguir niveles sostenibles de demanda. Con ellos, todavía no se han ensayado suficientes estrategias que incentiven visitas en temporada baja, cuando su impacto para los residentes se reduce.
Básicamente, la gestión estratégica de la demanda mediante precios consiste en lo siguiente:
Las atracciones mas solicitadas y los impuestos o tasas al turismo aumentan su precio en temporada alta. La gente lo sabe y esto les condiciona para viajar en períodos de menor saturación.
Así se generan ingresos para la conservación de los lugares más visitados.
Esto desplaza al turismo de masas por otro con menos visitantes que pagan más y respetan más.
El crecimiento del turismo se ralentiza, pero, a su vez, se beneficia a los residentes, que no tienen que enfrentarse al aumento del precio de la vida o la vivienda.
Faltan experiencias prácticas y, por el momento, hay poca información de los resultados que se pueden esperar.
2| Hacer menos y mejor marketing
Los fondos turísticos son en gran parte públicos y se invierten sobre todo en marketing. Últimamente, sin embargo, han aumentado las voces a favor del de-marketing (reducir la publicidad). Este planteamiento propone destinar más fondos a la planificación y menos a la promoción. Sería una forma de orientar los impuestos del turismo a mejorar la gestión.
La promoción puede reducirse afinando el perfil del visitante al que se quiere atraer. Definir con la mayor precisión al público objetivo permite seducir al segmento de mercado deseado y desalentar a los otros.
Otra forma de ahorrar con el marketing turístico es evitar las falsas promesas. Transmitiendo una imagen de calles y plazas apacibles cuando, al llegar, el turista se encuentra entre mareas de gente, surgen problemas para todos. El visitante acaba decepcionado, los resiendentes se rebelan y el operador turístico pierde la confianza del cliente. El marketing realista, que no crea falsas expectativas que terminan por molestar al visitante, evita muchos de esos problemas. Hay que buscar la forma de transmitir lo que el cliente está comprando de verdad.
Los destinos masificados deberían, por ejemplo, informar de las limitaciones de acceso a determinados lugares antes de la reserva del viaje. Los turistas se amontonan en las atracciones estrella. Hay que tener cuidado para no crear demanda en ellas mediante la promoción si luego no se podrá garantizar la visita de forma sostenible.
Con la promoción turística, también se puede educar al visitante y mejorar su actitud. El consumidor no es plenamente consciente del efecto que puede causar en los lugares que visita. La publicidad puede prepararle para que respete la cultura local y mejorar de este modo la convivencia.
3| Controlar los accesos
Intentar gestionar la saturación turística con restricciones sobre el terreno es problemático. Hay una gran contradicción en atraer a turistas sin límite y, luego, pretender prohibirles cosas cuando han llegado demasiados. Dificultar y limitar los accesos no siempre es posible en destinos abiertos como ciudades, barrios o calles —ni tampoco les gusta a los turistas que se han acercado al lugar—.
En Venecia, este año, han empezado a ensayar un sistema de contadores automáticos que informan por Internet de los lugares saturados. Además, están probando medidas como prohibir la entrada de autobuses cuando los aparcamientos ya están llenos. También, en Dubrovnik, están instalando cámaras y barajan poner un límite al número de turistas que pueden acceder a la vez al centro histórico.
Antes de llegar a tomar medidas como estás, conviene adoptar una modalidad preventiva de control de accesos. Es preferible evitar dar facilidades a los medios de transporte turísticos colectivos ya se trate de autocares, cruceros o aerolíneas low-cost.
4| Esparcir el turismo
Los focos turísticos establecidos buscan formas de esparcir el turismo más allá de los lugares o las épocas del año con mayor masificación. Esto solo se puede conseguir en parte. Los lugares icónicos siempre atraen al visitante, aunque los combine con otros menos conocidos. Independientemente de los esfuerzos por promocionar zonas menos visitadas, suele ser necesario proteger a las que tienden a saturarse.
El invierno pasado, Grecia consiguió desestacionalizar en parte su turismo manteniendo abiertos los hoteles de los focos turísticos que solían estar cerrados. Nueva York o Barcelona han puesto en marcha campañas de ampliación del turismo a los barrios periféricos.