Historia, pregunta formulada por inesmendora, hace 1 año

Hola! Por favor posibilidades y limitaciones de la historia?? Gracias​

Respuestas a la pregunta

Contestado por EndercraftYT10
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La necesidad de fuentes históricas nuevas, no escritas, ha sido constante en los cambios

verificados en la discusión sobre los métodos y la finalidad de la historiografía. La

convicción reinante en el siglo XIX de que el conocimiento histórico surgía

inmediatamente de los documentos archivados, comenzó a perder fuerza en el siglo XX.1

Se debía admitir que la historiografía, al igual que el pasado que intenta comprender, está

expuesta a las influencias de los cambios sociales y a la dinámica social. La historia no se

escribe sobre, sino en el mismo centro de las relaciones sociales2.

Esta naciente noción hacía que muchos historiadores empezaran a dar un contenido

distinto a la historiografía. Antes su interés se concentraba en los grandes eventos de la

historia, en los hombres destacados, en el pensamiento y la cultura de las élites, lo que

Redfield ha denominado como GREAT TRADITION3.

Bajo la influencia de diversas causas, se produjo un cambio, primero en Europa, luego

en las demás regiones del mundo. La influencia del pensamiento de Marx y Engels, las

nuevas nociones sobre la importancia de las dimensiones no-racionales y los resortes del

inconsciente que condiciona el proceder humano, destacados por Sigmund Freud,

condujeron a una ruptura ideológica que influyó notoriamente en las ciencias europeas4. El

abismo horroroso de irracionalidad y bestialidad que causaron el fascismo y el

nacionalsocialismo en la Europa del siglo XX fue una prueba más de la falsedad del mito

evolucionista, que quiso interpretar la historia humana como un sendero ascendente hacia

la «civilización».

Tanto los sentimientos de superioridad del Occidente ante el resto del mundo, como el

monopolio ideológico de la burguesía ante la clase trabajadora, recibieron golpes

contundentes. Esto tuvo efectos diversos: significó la incipiente «descolonización» del

pensamiento africano; en América Latina propició una reconsideración de su identidad

cultural y nuevos esfuerzos para definir una cultura propia latinoamericana, distinta y en

oposición a la tradición europea5. En Europa se desarrollaron corrientes que buscaron

nuevas expresiones sociales e ideológicas, alternativas y opuestas al pensamiento burgués.

Sólo en Estados Unidos estos cambios no han tenido una significación relevante. La

sociedad norteamericana todavía no ha experimentado el fracaso de sus ambiciones

imperiales o una lucha de clases aguda, como afirma Vann Woodward: «solo los

americanos sureños han participado personalmente en la experiencia común europea de

décadas de recios conflictos sociales y de cruentas derrotas militares»6. Al mismo tiempo,

el desarrollo de una fuerte corriente marxista se vio obstaculizado por la ausencia de un

movimiento obrero de cierta importancia7.

Los cambios en el ambiente intelectual no dejaron de afectar a la historiografía. Al

principio fueron, sobre todo, los historiadores congregados en torno a la revista francesa

Anales quienes protagonizaron estos cambios historiográficos. Nombres como el de  

Fernand Braudel, Pierre Hannu, Marc Bloch y Emmanuel de Roi Ladurie adquirieron fama

mundial8. Ellos desviaron su atención de los cambios fuertes y los eventos políticos de

corta duración, y empezaron a estudiar las estructuras de «larga duración» y los cambios

lentos y graduales fundados en la vida material y las mentalidades colectivas de las

sociedades humanas. Poco a poco se formó, de esta manera, la «etno-historia» y la historia

de la mentalidad, en la cual cobraron mayor importancia la vida cotidiana y la percepción

de los grupos humanos.

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