“EN LIMA MILLONES DE HABITANTES ENFRENTAN EL CORONAVIRUS CON ESCASEZ DE AGUA”
Cerca de un tercio de los 10 millones de habitantes de Lima deben enfrentar la pandemia de coronavirus con graves deficiencias en el suministro de agua potable y desagües.
La pandemia tiene el 70 % de los casos en la capital y el vecino puerto del Callao, donde en muchas zonas existen condiciones sanitarias difíciles por la escasez crónica de agua, que impide cumplir con protocolos de bioseguridad.
Mariella Sánchez, directora ejecutiva de la ONG Aquafondo, dice que 1.2 millones de habitantes en Lima no tienen acceso al agua y otros tres millones tienen un servicio restringido. “La crisis del agua en Lima es una amenaza silenciosa. Y en la pandemia de coronavirus las poblaciones más vulnerables son las que tienen mayor riesgo de exposición”, asegura.
“El agua es un insumo clave para la prevención no solo de coronavirus, sino también para enfermedades diarreicas, respiratorias e incluso la transmisión del dengue”, explica el infectólogo Augusto Tarazona, jefe de la Comisión de Salud Pública del Colegio Médico del Perú. “Donde encontramos más enfermedades infectocontagiosas es en las zonas de mayor pobreza. Se combinan pobreza, falta de agua y ausencia de viviendas adecuadas”, agrega.
Un ejemplo es Hilda Corymagua, una vecina de Nuevo Milenio, un barrio pobre del sur de Lima donde reciben agua cada tres o cuatro semanas. “No tenemos agua para lavarnos las manos, para lavar las cosas, y con esta enfermedad se necesita bastante agua”, relata.
“Aquí hay muchos niños que juegan. Hay que lavar su ropa a diario y que se laven las manos a cada rato”, cuenta la mujer de 54 años.
En mayo de 2020, cuando había unos 50 000 casos y 1400 fallecidos por coronavirus, autoridades de salud indicaron que algunos de los distritos más populosos de Lima como San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho o Villa El Salvador eran los focos de mayores contagios. Sánchez añade que estas poblaciones suelen vivir en ambientes multifamiliares, con cinco o diez personas por vivienda, lo que promueve los posibles contagios.
Desde Aquafondo explican que las personas de bajos ingresos “se contagian más por no contar con los medios, no poder lavar su ropa o no poder cumplir la cuarentena. Necesitan comprar agua y tienen que hacer dinero para comprarla”.
En contraste con las zonas pobres, los distritos limeños de mayores ingresos económicos consumen mucha más agua. San Isidro, La Molina y Miraflores, demandaron en el 2019 entre 215 y 254 litros de agua por día por persona, mientras que el promedio de la ciudad rondaba los 130 litros, según datos oficiales. La cantidad considerada suficiente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de entre 50 y 100 litros de agua por persona al día.
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