Elena parte un viaje un viaje a francia en este viaje Elena rodia 5 Boyas en Sentido contrario a las agujas del rela
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuento de estilo directo:
Perdidas en la isla.
Cuando volvíamos del viaje de fin de curso, noté unas turbulencias y le dije a mi amiga:
– ¿No notas que el avión se mueve?
Ella me contestó:
– Sí, parece que hay turbulencias.
De repente se oyeron unos pitidos, y la azafata dijo:
– Señoras y señores pasajeros, vamos a tener que hacer un aterrizaje de emergencia.
Mi amiga me dijo:
– Tú crees que sobreviviremos.
Antes de que pudiera terminar de halar se oyó un golpe muy fuerte. Habíamos “aterrizado” en una pequeña isla.
Cuando abrimos los ojos, vimos el avión en llamas. ¡Éramos las únicas que habíamos sobrevivido!
– ¿Qué vamos a hacer solas en esta isla? – Preguntó mi amiga.
Yo le contesté:
– Buscaremos una cueva para pasar la noche.
Empezamos a caminar hasta que encontramos una cueva.
– ¿Entramos en la cueva? – Dijo mi amiga.
Yo le contesté:
– Sí, venga.
Cuando entramos vimos a unos cavernícolas haciendo un ritual con alguien colgado de una cuerda con fuego debajo, por lo tanto, salimos corriendo.
– Seguiremos buscando. – Dije.
Continuamos caminando hasta que vimos otra cueva, y decidimos entrar.
Cuando entramos a la cueva empezaron a volar murciélagos por encima de nuestras cabezas y sin pensarlo dos veces salimos corriendo.
De tan cansadas que estábamos nos caímos al suelo y empezamos a dormir.
Cuando nos despertamos estábamos dentro de un helicóptero. ¡Nos habían encontrado!
Sin duda había sido la mejor aventura de mi vida.
Cuento de estilo indirecto:
Perdidas en la isla.
Cuando volvíamos del viaje de fin de curso, noté unas turbulencias y le pregunté a mi amiga que si ella no notaba que el avión se movía.
Ella me contestó que sí, que le parecía que había turbulencias.
De repente se oyeron unos pitidos, y la azafata comunicó que teníamos que hacer un aterrizaje de emergencia.
Mi amiga me preguntó que si yo confiaba en que sobreviviríamos.
Antes de que pudiera terminar de halar se oyó un golpe muy fuerte. Habíamos “aterrizado” en una pequeña isla.
Cuando abrimos los ojos, vimos el avión en llamas. ¡Éramos las únicas que habíamos sobrevivido!
Mi amiga me preguntó que qué íbamos a hacer solas en esa isla.
Yo le contesté que buscaríamos una cueva para pasar la noche.
Empezamos a caminar hasta que encontramos una cueva. Mi amiga me dijo que si entrabamos y yo le dije que sí.
Cuando entramos vimos a unos cavernícolas haciendo un ritual con alguien colgado de una cuerda con fuego debajo, por lo tanto, salimos corriendo.
Continuamos caminando hasta que vimos otra cueva, y decidimos entrar.
Cuando entramos a la cueva empezaron a volar murciélagos por encima de nuestras cabezas y sin pensarlo dos veces salimos corriendo.
De tan cansadas que estábamos nos caímos al suelo y empezamos a dormir.
Cuando nos despertamos estábamos dentro de un helicóptero. ¡Nos habían encontrado!
Sin duda había sido la mejor aventura de mi vida.
Elsa Glez
Explicación paso a paso: