El tiempo del microcuento el “Espiral” es:
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las cosas (plataformas online, páginas de redes sociales, herramientas, edificios, espacios públicos urbanos, etc) pueden pretender ser algo, nacer con una vocación concreta, pero el uso que se da de ellos es lo que en realidad los define y les da su identidad.
Relato Espiral comenzó con las ganas de crear una herramienta de narración ficcionada multi-autor. La idea era lanzar un inicio que aportara un contexto, un misterio, un personaje, varias referencias, y que los lectores-narradores hicieran suya la historia. No sabía cómo iba a ocurrir eso, cómo lo iban a hacer. Y he aquí la sorpresa: todos ellos (sin excepción) son diarios personales ficcionados. Han construído hilos de la historia desde sus propias experiencias personales, emocionales. En realidad puede ser obvio, dicen que el que escribe siempre lo hace (al menos al inicio) hablando de sí mismo.
Al ver esto, RelatoEspiral debe reaccionar? Ya no es un relato literario novelesco en sí mismo, con la única motivación de la creación literaria, con sus juegos estilísticos, de género, o temáticos (aunque siempre hay algo de eso). Los narradores no están focalizando en el puro argumento. Sobre todo es un diario colectivo, por rememoración de experiencias personales situadas en escenarios ya vividos que tienen en común el descubrimiento espacial y emocional, o con reflexiones personales a cerca de sus entornos humanos. Además lo están haciendo creando personajes tan impersonales como empáticos. Construyen una realidad ficcionada fruto de sus realidades emocionales. Y creo que esto permite y facilita narrar cierto tipo de cosas de nuestra realidad, ¿como el irrealismo crítico de los cuentos de Remedios Zafra, o el realismo mágico de los de García Marquez?
Ésto, que no niega las posibilidades de ejercicio literario, me abre un hueco en el estómago parecido a un cómo va a continuar. Cuál será la imagen mental de la historia? por qué caminos va a transcurrir? y la pregunta más difícil para mí: ¿es momento de pensar cómo la plataforma-juego puede potenciar esta peculiaridad de su uso? ¿debería seguir dejándose llevar por los narradores, o asumirlo como una realidad y buscar la manera de seguir nutriendo ese diario colectivo?
Otra buena pregunta que me ronda es: el episodio 1, “Uluru”, lleva ya 15 capítulos. Deberá acabar en algún momento para dar paso a un siguiente episodio, por acotar un poco la cantidad de información, hacer pequeñas unidades, un relato espiral fractal, donde la forma general es una espiral (el “libro”) formada de espirales (los “episodios”), cada una de ellas con una extensión limitada (los “capítulos” de cada episodio). Y casi todos los capítulos presentes son casi inicios. ¿cómo se va a cerrar este episodio?
¿qué tipo de final dará el pistoletazo de partida para los siguientes episodios, sabiendo que RelatoEspiral es un catalizador de diarios personales ficcionados?
Explicación: