¿De qué forma nuestras cualidades nos permiten cuidar mejor de la creación de Dios?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
“Nuestro Creador nos ha dado el don de la creación: El aire que respiramos, el agua que sostiene la vida, los frutos de la tierra que nos nutre, y todo el ciclo de vida sin el cual la vida humana no podría prosperar.”
Primero, Dios nos llama a confesar y arrepentirnos de actitudes que dañan la creación, las cuales tuercen o ignoran las revelaciones bíblicas fundamentales. Olvidando que “la tierra es del Señor”, muchas veces hemos utilizado la creación y ignorado nuestra responsabilidad de cuidar de ella.
Segundo, nuestras acciones y actitudes hacia la tierra deben proceder desde el centro de nuestra fe, y estar fundamentadas en la plenitud de las revelaciones de Dios en Cristo y las Escrituras. Nos resistimos a ideologías que presumen que el Evangelio solo tiene qué ver con el cuidado de seres humanos y que reducen el Evangelio a nada más que al cuidado de ellos no incluyendo a la creación entera de Dios.
Tercero, buscamos cuidadosamente aprender todo lo que la Biblia nos dice acerca del Creador, la creación, y el compromiso humano. En nuestra vida y en nuestras palabras declaramos las buenas nuevas por toda creación, la cual aún está esperando “con deseo intenso y duradero por la revelación de los hijos de Dios” (Romanos, 8:19).
Cuarto, buscamos entender lo que la creación revela acerca de la divinidad de Dios, su presencia permanente, su poder eterno, y lo que la creación nos enseña de su orden dado por Dios y de los principios por los cuales opera.