cuanto tiempo deben dedicar los niños al estudio
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Niños más pequeños
En los niños de primero a tercer grado de escuela, el horario debe tener una duración de una a dos horas con pausas de 15 minutos.
De cuarto a sexto, el horario puede tener un poco más de duración según la capacidad del niño; puede ser de 3 a 4 horas con lapsos de 15 minutos de descanso.
Estudiantes con adecuación curricular
Granados mencionó que es necesario adecuar el horario de estudio para ellos porque el nivel de concentración no es el mismo. Se recomienda que el horario sea de dos horas aunque el estudiante esté en cuarto, quinto o sexto.
Estudiantes de Colegio
En el caso de los adolescentes, la cantidad de horas de estudio debe ser de 3 a 4 horas con el mismo lapso de tiempo de descanso.
estudiar
Antes y durante el examen
“Muchas veces a la hora de presentar un examen, nos llenamos de muchos nervios y lo mejor es repasar la materia todos los días. No se puede estudiar un día antes, darle una leída y no más, porque la mente se bloquea al estar nerviosos”, comentó Granados.
Por otro lado, durante el examen, Granados recomienda a los estudiantes releer y revisar el examen varias veces antes de entregarlo.
Granados comentó que los padres deben tener cuidado cuando los niños y adolescentes terminan de estudiar, ya que en ese periodo la mente está almacenando el contenido estudiado y no debe distraerse con otro tipo de información.
“Ya científicamente está comprobado, cuando el niño o adolescente termine de estudiar no debe ir inmediatamente a ver tele, o usar algún dispositivo electrónico. Siempre se le debe dar un lapso de unos 10 o 15 minutos para que haga una actividad física, meriende, saque al perrito, ande en bicicleta y así la mente rebobine lo que estudió”, dijo.
Explicación:
listo espero te sirva
El tiempo que deben dedicar los niños a estudiar o a hacer los deberes tiene que aumentar progresivamente, teniendo en cuenta cuánto tiempo hace que se ha empezado a instaurar el hábito de estudio, y también lo complicado de la tarea que debe realizar.
En lo que se refiere a la dificultad de la tarea, evidentemente no es igual cuando el niño tiene siete años que cuando se encuentra en la etapa universitaria y, por tanto, el tiempo que requiere una y otra no puede ser el mismo. Así, dependiendo de la complejidad del trabajo, podemos evaluar cuánto esfuerzo es preciso dedicarle, y aunque ya hayamos establecido una rutina de estudio con un tiempo definido, puede que sea necesario incrementarlo puntualmente de acuerdo a las características de las tareas a realizar en cada momento.
Al principio de la etapa escolar –entre los tres y los seis años– debe primar la flexibilidad, y no hay que estructurar tanto la tarea ni el tiempo, puesto que lo más importante a estas edades es que el niño entienda la importancia del entorno familiar en la educación, y que interiorice que en casa también se estudia.
A partir de los seis años la educación se va formalizando y los aprendizajes se hacen más concretos; es en este momento cuando necesariamente hay que marcar un tiempo aproximado de trabajo diario. Es conveniente empezar por 15 o 20 minutos para que el pequeño se vaya acostumbrando a sentarse a trabajar; con el paso de los años deberá ir aumentando el tiempo de estudio, que será de unos 30 minutos a los ocho años, sobre 45 minutos a los diez años, y de una hora a los doce años. A partir de esa edad el tiempo se debe adecuar a la tarea a realizar, aunque siempre con un mínimo de una hora.