• ¿Cuáles son los principales acontecimientos del movimiento indígena?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1 Toda estadística sobre los ¨indios¨ o ¨indígenas¨ en América Latina es azarosa e incierta. Depende (...)
3En primer término, es necesario reconocer que tanto los que hoy se autoidentifican como ¨indígenas¨ en vez de ¨indios, como aquellos otros que admiten ahora ser identificados como ¨indígenas¨, ¨nativos¨, ¨aborígenes¨ u ¨originarios¨, son exactamente lo mismo, si se trata del lugar de su nacimiento o, incluso para una inmensa mayoría, si se trata de la antigüedad¨ - de lo ¨aborígen¨, pues - parcial o total, de su linaje familiar. Esto es, desde esa perspectiva todos y cada uno de cualquiera de ambos lados caben, exactamente, bajo los mismos calificativos identificatorios. En cambio, los unos y los otros no son lo mismo, de ninguna manera, si se trata de su relación con los ¨blancos¨ y con lo ¨europeo¨.1
4Y esa es, precisamente, la cuestión: cualquiera de tales ¨categorías”, en América, en especial en América Latina, sólo tienen sentido en referencia al patrón de poder que se origina en la experiencia colonial y que desde entonces no ha dejado de reproducirse y desarrollarse manteniendo sus mismos fundamentos de origen y de carácter colonial. En otros términos, se trata de un patrón de poder que no deja, no puede dejar, su colonialidad.
La colonialidad del actual patrón de poder
Para lo que aquí específicamente interesa, los principales productos de la experiencia colonial son:
2 Véase de Aníbal Quijano e Immanuel Wallerstein: The Americanity as a concept. Or the Americas in t (...)
51) La “racialización” de las relaciones entre colonizadores y colonizados. En adelante, “raza”, un constructo mental moderno, sin nada que ver con nada en la previa realidad, generado para naturalizar las relaciones sociales de dominación producidas por la conquista, se constituye en la piedra basal del nuevo sistema de dominación, ya que las formas de dominación precedentes, como entre sexos y edades, son redefinidos en torno de la hegemonía de “raza”.2Los originarios términos extremos de ese nuevo sistema de dominación son, de un lado, los ¨indios¨, término colonial en el cual son embutidas las numerosas identidades históricas que habitaban este continente antes de la conquista ibérica y, del otro, los colonizadores, que desde el siglo XVIII se autoidentificarán, respecto de los “indios”, “negros”y “mestizos”, como ¨blancos¨ y ¨europeos¨.
62) La configuración de un nuevo sistema de explotación que articula en una única estructura conjunta a todas las formas históricas de control del trabajo o explotación (esclavitud, servidumbre, pequeña producción mercantil simple, reciprocidad, capital), para la producción de mercaderías para el mercado mundial, en torno de la hegemonía del capital, lo que otorga al conjunto del nuevo sistema de explotación su carácter capitalista.
3 He comenzado a discutir las cuestiones referidas a ese nuevo patrón de poder, sus fundamentos y su (...)
84) Finalmente, el establecimiento de un sistema nuevo de control de la autoridad colectiva, en torno de la hegemonía del Estado –Estado-Nación después del siglo XVIII– y de un sistema de Estados, de cuya generación y control son excluídas las poblaciones “racialmente” clasificadas como “inferiores”. En otros términos, se trata de un sistema privado de control de la autoridad colectiva, en tanto que exclusivo atributo de los colonizadores, ergo “europeos” o “blancos”.3
4 El término “europeo” es usado aquí no en su sentido físico-geográfico, sino en relación con la col (...)
9Ese patrón de poder, que comenzó a ser constituido hace cinco siglos, es mundialmente hegemóníco desde el siglo XVIII. Si bien las luchas anticolonialistas han logrado desconcentrar relativamente el control del poder, arrebatando a los colonizadores el control local de la autoridad colectiva y en gran parte del mundo ésta incluso se ha hecho formalmente pública, admitiendo la participación, en general pro-forma, de los miembros de las “razas inferiores”, el control central y mundial no ha dejado de ser eurocentrado. Más aún, está en curso un proceso de reconcentración del control mundial o global de dicha autoridad, en beneficio de los europeos.4 Y en una buena parte del mundo actual excolonial, principalmente en América y Oceanía, los “blancos” y lo “europeo” han logrado mantener el control local del poder en cada una de sus dimensiones básicas. En América, por eso, las cuestiones referidas al debate de lo “indígena” no pueden ser indagadas, ni debatidas, sino en relación a la colonialidad del patrón de poder que nos habita, y desde esa perspectiva, pues fuera de ella no tendrían sentido. Es decir, la cuestión de lo “indígena” en América y en particular en América Latina, es una cuestión de la colonialidad del patrón de poder vigente, al mismo título que las categorías “indio”, “negro”, “mestizo”, “blanco”.