¿Cuales son los motivos por el que fracasó el gobierno de madero?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El general Bernardo Reyes se rebeló contra el gobierno al mes siguiente, pero pocos se adhirieron a su causa. Reyes era visto como parte del antiguo régimen
Explicación:
att: Ji Ji Ji ja
Respuesta:
Porfirio Díaz había sido un destacado militar durante la Guerra de Reforma (1858-1861) y la Segunda Intervención Francesa en México (1862-1867), especialmente en esta última, donde recibió honores como héroe tras recuperar del dominio extranjero la Ciudad de México y Puebla. Gracias a ello tuvo acceso a la política, compitiendo contra Benito Juárez en 1867 y 1871, derrotado en ambas ocasiones, y posteriormente derrotado también por Sebastián Lerdo de Tejada, tras la muerte de Juárez, contra quien se rebeló militarmente en un contexto de suma impopularidad. Gracias a este golpe de Estado alcanzó la presidencia de la nación en 1876, y exceptuando los cinco años en que gobernó nominalmente Manuel González, estuvo desde entonces a cargo del gobierno de México.
La dictadura de Díaz duró 31 años. En sus últimos tiempos reiteró que el país ya estaba listo para la democracia, pero nunca hizo ningún intento real por abandonar el poder. Cuando en 1910, con 80 años de edad, presentó nuevamente su candidatura a la presidencia, el descontento de dichas acciones desató la rebelión de Francisco I. Madero del 20 de noviembre de ese año, encendiendo así la mecha de la Revolución Mexicana venidera. Habiendo sido derrotado militarmente y en el terreno político, Porfirio Díaz renunció a la presidencia al año siguiente y abandonó el país para siempre, poniendo así fin al período del porfirato.
Características del porfiriato
El porfirato fue una dictadura, y como tal, centralizó el poder en la figura de Porfirio Díaz, cuya voluntad suplantó las garantías establecidas en la Constitución de la época, convirtiéndose en el motor y el volante del país entero. Esto fue posible porque era sumamente popular entre la clase militar, así que reformó a su antojo al ejército y subordinó a ellos a la policía federal y a una policía rural con las cuales mantuvo el orden en todo el país. Esto no impidió que hubiera rebeliones, levantamientos, protestas y conflictos, pero ninguno logró hacer tambalear el gobierno.
La continuidad del porfiriato se tradujo en un auge material, fruto de avances considerables en el terreno de lo económico, fruto de la apertura a la inversión extranjera y de la liquidación de los terrenos ociosos, vendidos al mejor postor, generalmente a quien menos las necesitaba. Los cultivos (café, azúcar, algodón) aumentaron considerablemente, aunque no tanto como la actividad minera (hierro, cobre, plomo) y la explotación petrolera. Al mismo tiempo, el gobierno insistió en la modernización del país, invirtiendo en obra pública y en la expansión de la red ferroviaria, por ejemplo, cuyas dimensiones alcanzaron los 23.000 km (en comparación con los 617 km que había en 1876).
Causas del porfiriato
El régimen de Porfirio Díaz tuvo como principal causante la Rebelión de Tuxtepec de 1876, en la cual el caudillo se opuso a la reelección de Sebastián Lerdo de Tejada, motivada en parte por las frustraciones acumuladas por Díaz en sus sucesivas derrotas electorales, así como por la impopularidad reinante del presidente Lerdo, derivada del acaparamiento del poder por parte de Juárez y sus seguidores durante la reinstauración de la República.
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