Cuáles son los libros sagrados del cristianismo!?
Respuestas a la pregunta
La Biblia, cuya etimología procede del antiguo vocablo griego ''biblia'', que es el plural de la palabra ''biblión'', que significa libro, es como su nombre indica, un compendio de libros en uno solo. También se le puede llamar Escritura o Sagrada Escritura.
En sentido general, la cualidad específica de la Biblia, ''libro de libros'' o ''libro por excelencia'', consiste en estar inspirada por Dios y en que recoge la palabra de Dios dirigida a los hombres. En los libros sagrados Dios habla a los hombres para comunicarles una revelación: el objeto formal de la verdad de la Biblia es la revelación del designio salvífico de Dios.
Sin embargo, a partir de esa definición fundamental el término de Biblia recubre dos distintas significaciones, la que tiene el judaísmo, y la que tiene el cristianismo, y dentro de esta, cabe distinguir la apreciación católica y protestante.
Para el judaísmo la Biblia se reduce al Antiguo Testamento, que tiene como tema central la alianza que Yaveh concluyó con Israel, su pueblo elegido, y como verdad revelada fundamenta la promesa del Mesías que, junto con el quehacer histórico del pueblo judío aporta la idea de salvación a los hombres. El canon judío del Antiguo Testamento, que se estableció en el siglo II d.C. integra tres clases de libros sagrados: los de la Toráh (ley), los proféticos y los restantes escritos.
Para el cristianismo la Biblia comprende junto con el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, que es el conjunto de los libros de la nueva alianza con Dios, realizada por Cristo, con el pueblo judío y el resto de la humanidad.
En total, la biblia católica agrupa 72 libros escritos originalmente en hebreo, arameo y griego y 1189 capítulos distribuidos en el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento.
Por su parte, el protestantismo considera apócrifos los deuterocanónicos, por lo que solo tienen 66 libros. Los protestantes, en terreno no menos fundamental, afirman su oposición a la Iglesia Católica. Para la Católica, la Biblia y la Tradición (entendida como la Palabra de Dios recogida y vivida en la Iglesia histórica, guiada por el Espíritu Santo), forman ''un solo depósito sagrado de la fe'' (Concilio del Vaticano II), y para el protestantismo la Palabra de Dios sólo está en la Biblia, y la Tradición es una simple interpretación humana de la Escritura. En una perspectiva protestante, desde la que se rechaza la autoridad del magisterio de la Iglesia como regla viva de fe y, en consecuencia, se niega a la tradición eclesiástica todo privilegio en la interpretación de la Biblia, no cabe entre ésta y el hombre ningún posible intermediario, sino el libre examen, sin que nadie disponga en cada caso concreto, de otra garantía que la del testimonio interior del Espíritu Santo.