cuales fueron los avances tecnológicos de principios del siglo XX de Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores
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Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores. Poema granadino del novecientos, dividido en varios jardines, con escenas de canto y baile está estructurada en tres actos que se sitúan en 1890, 1900 y 1910.
En el primero, se nos presenta la afición del tío al cultivo de las flores en un invernadero, así como el personaje de la tía y el ama, que, aunque siempre están discutiendo, comparten el amor por Rosita, la sobrina que se ha criado con ellos y que ya es una joven comprometida con su primo. Aprovechando una salida de Rosita, el sobrino (novio de Rosita) viene a anunciar a su tía que se marcha a Tucumán donde está su padre. A pesar de la separación, el primo le promete que volverá a casarse con ella, y ella, que lo esperará.
En el acto segundo, diez años después, el mundo ha cambiado, pero Rosita sigue en el mismo sitio, bordando su ajuar y esperando las cartas de su primo. La tía y el ama discuten sobre si Rosita debería olvidar a su prometido y casarse. La visitan (es día de su santo) las solteronas y las Ayolas, y se pone de manifiesto el desprecio que en la época despiertan las mujeres que se quedan solteras y el clasismo que existe. El acto termina con la llegada de una carta en la que el primo propone a Rosita casarse por poderes. El ama sigue mostrando su desacuerdo con esta situación.
En el acto tercero, el tío ya ha muerto y las mujeres deben abandonar el carmen del Albaicín donde vivían. El primo de Rosita ya se ha casado con otra y ella se ha quedado sola, ya mayor y engañada, después de tanto esperar. Durante este último acto van desalojando la casa y al final la abandonan para mudarse a otra vivienda. El carmen había sido hipotecado para pagar su ajuar. La obra termina con la misma metáfora que ha ido apareciendo en los tres actos de la rosa mutabile, roja cuando empieza el día, blanca a mitad de este y deshojada y marchita cuando llega la noche.