Cuáles fueron las características de las sociedades donde habitaban los caciques?
Respuestas a la pregunta
Cuando los primeros españoles llegaron al territorio de lo que hoy es Colombia encontraron una enorme diversidad de sociedades. Rápidamente se dieron cuenta de que existían profundas diferencias, no sólo por sus costumbres, alimentación o aspecto físico. La más importante fue la forma como se organizaban. Mientras en algunas comunidades los líderes eran de carácter temporal y realmente no tenían mayor poder, en otras, caciques poderosos tenían cargos hereditarios y eran respetados -a veces temidos- por sus comunidades. Los españoles admiraron a éstas últimas y despreciaron a las primeras. Narraron con admiración su producción agrícola, sus grandes aldeas, sus objetos de oro.
Las primeras evidencias de sociedades complejas, es decir, aquellas en las que se pueden reconocer diferencias sociales institucionalizadas, se encuentran en el sur y occidente del país. La 'cultura de San Agustín' es quizás el caso mejor conocido. El primer poblamiento por parte de agricultores y alfareros se reporta hace unos 3.500 años. Más tarde, se desarrolló la sociedad conocida por la elaboración de enormes montículos de tierra, caminos y templetes y estatuaria de piedra, alrededor de los cuales se concentró la población. Estos monumentos se asocian a los enterramientos de individuos especiales, probablemente los líderes de la comunidad. Sin embargo, cuando se excavan viviendas no se encuentra que existieran diferencias significativas en la acumulación de bienes. Esto quiere decir que aunque existían enterramientos acompañados de ricas ofrendas y otros no, parecen no haber existido gente que acumulara en vida muchos más bienes que otra. La gente vivía de forma similar, aunque no se le enterrara de igual manera.
Por otra parte, los enterramientos mismos son interesantes. No contienen ofrendas extraordinariamente ricas: tan solo unas pocas vasijas y ocasionalmente algunos objetos muy pequeños de oro. Los enterramientos parecen ser diseñados para ser públicamente visibles, y las estatuas que los acompañaban para representar seres específicos, quizá representaciones de las personas enterradas o de los poderes que se asociaron a ellos. Sin embargo las evidencias de una marcada diferencia en el modo de vida, y la existencia de un poder centralizado, institucionalizado y hereditario son muy pocas.